En la Revolución Francesa, la Iglesia católica sufrió una cruenta persecución con muchos mártires. Estos son algunos de ellos:
Mártires de Orange
Son 32 religiosas guillotinadas en julio de 1794 por no haber jurado sobre la nueva Constitución civil y permanecer fieles a la Iglesia y al Papa.
Mártires de Compiegne
16 carmelitas guillotinadas en París el 17 de julio de 1794. Las monjas siguieron cantando mientras subían al patíbulo.
Françoise Trehet
Religiosa de las Hermanas de la Caridad de Nuestra Señora de Évron. Fue asesinada el 13 de marzo de 1794 por odio a la fe. Subió al patíbulo cantando el Salve Regina.
Mártires del Carmelo de París
En 1792, en el convento carmelita de París fueron encarcelados 150 católicos. Muchos padecieron el martirio. Entre ellos estaba el hermano Salomon Leclercq, hoy venerado como santo.
Mártires de Angers
Grupo de 99 católicos casi todos laicos fusilados o guillotinados entre el otoño de 1793 y la primavera de 1794.
B. Noël Pinot
Amigo de los pobres y los enfermos, murió mártir el 21 de febrero de 1794. Fue guillotinado con las vestimentas sacerdotales. En sus últimas palabras el sentido de una vida cristiana:
"Dios mío, que diste tu vida por mí,
pueda yo dar voluntariamente la mía por Ti".
Los inocentes de Les Lucs-sur-Boulogne
Todos los habitantes de Les Lucs-sur-Boulogne, incluidos 110 niños, fueron asesinados por odio a la fe el 28 de febrero de 1794, en una de las masacres más crueles de la Revolución Francesa.