Aquella imagen a esta altura es más que simbólica. Monseñor René Leigue Cesari en ese momento era obispo auxiliar y luego de permanecer 12 días en terapia intermedia del centro covid del Hospital Católico de Santa Cruz logró exhibir el siguiente mensaje: “Me voy a casa”.
“Siempre tengan confianza en Dios, hoy un día muy especial, día de oración por los enfermos, que nuestra Madre María interceda por cada uno de ustedes … y sigan adelante”, dijo René en ese momento, quien logró dejar el hospital nada más ni nada menos que en un 11 de febrero (2021), día de la Virgen de Lourdes.
Flamante arzobispo de Santa Cruz… Y una imagen emotiva
Lo sucedido con René cobró nuevo significado y luminosidad el pasado 22 de abril cuando el papa Francisco lo nombrara con 55 años como nuevo arzobispo de Santa Cruz en reemplazo de monseñor Sergio Gualberti (quien había presentado la renuncia luego de cumplir 75 años).
Fue recientemente, el pasado 23 de junio, que tomó posesión de su cargo y en los últimos días hubo otra imagen que se ganó el corazón de todos en Bolivia y que está llamada a romper fronteras. Se trata del abrazo que mantuvo René, flamante arzobispo, con sus padres.
“Sr. Enrique Leigue y Sra. Candelaria Cesarí, papás de Monseñor René Leigue; Gracias por el hermoso regalo que hacen a nuestra Iglesia, en la persona del nuevo Arzobispo. ¡Que Dios se lo Pague!”.
Aquí el mensaje que ofreció a través de las redes sociales el sitio vinculado a la Arquidiócesis de Santa Cruz y que no hace más que resalar la figura de los padres en medio de una vocación que al principio no fue de todo sencilla debido a algunas dudas.
“Tengo una familia grande”, reconoció en una reciente entrevista “de perfil” con Micaela Díaz para el portal de la Iglesia de Bolivia y en la que cuenta cómo ha sido su vocación:
“Muchas felicidades por a los mejores padres que supieron guiar a su hijo por el buen camino al servicio de Dios y de su pueblo gracias Monseñor por el sí a Dios y a nuestra madre Iglesia por qué no cualquiera tiene ese amor y entrega al prójimo es darse sin esperar nada a cambio gracias Monseñor René Leigue. Felicidades y muchas bendiciones para usted y su familia (sic)”, fue una de las respuestas que se pudo leer en redes.
La primera misa en Porongo, sitio marcado por la tragedia
Fue durante la celebración de la fiesta de San Juan Bautista, el pasado viernes 24 de junio, que le tocó a René presidir su primera misa como arzobispo de Santa Cruz. Lo hizo en Porongo, sitio que tiene como patrono al santo, pero que atravesaba horas de luto luego del asesinato de dos policías y un voluntario, un drama con nexos con el narcotráfico.
El ingreso al pueblo se dio en medio del acompañamiento de una comitiva de jóvenes. Pero una vez ya en la iglesia, y durante la homilía, René lamentó el asesinato de los policías y el voluntario. Precisamente, en medio del dolor y una tragedia que llevó a la cancelación de los festejos por San Juan Bautista, que el nuevo arzobispo de Santa Cruz pidió no ser cómplices del odio y trabajar por recuperar la paz y tranquilidad (ver nota en Campanas).
“La comunidad de Porongo, una comunidad muy bonita y la tranquilidad que tenía hoy en día pareciera que ya no hay esa tranquilidad, un lugar donde la gente venía para estar en paz, un poco de silencio para salir del bullicio de la ciudad, para sentirse más tranquilo y ahora con todo lo que ha pasado talvez la gente, por temor va a pensar antes de venir a Porongo”, dijo René.
“Esas cosas que están pasando creo que San Juan Bautista diría, ¿qué están haciendo ustedes? Cambien su manera de ver las cosas, no se queden callados, hagan algo por mejorar, para volver nuevamente a este ambiente que era Porongo, un lugar de tranquilidad y de paz”, agregó René, cuya primera misa curiosamente estuvo llamada a llevar esperanza en medio del sufrimiento. Lo mismo que aquella imagen inicial cuando venció el coronavirus. Y también el júbilo de un abrazo con sus padres, símbolo de cercanía y agradecimiento.
