El tema del desperdicio de alimentos es de preocupación a nivel mundial desde hace varios. En el caso de Ecuador, en base a datos aportados por la FAO, se desperdician más de 900.000 toneladas de alimentos al año.
Esta situación llevó, por ejemplo, a la aprobación de una ley (de abril 2022) que busca reducir la pérdida y desperdicio de perecibles, y así luchar contra el hambre de las personas más necesitadas.
En esa línea, y espíritu, fue que se puso en marcha recientemente en Guayaquil un convenio que favorecerá a la recolección de frutas y verduras que están por perderse en el centro de abastos Terminal de Transferencia de Víveres.
Según informó la propia Arquidiócesis de Guayaquil, la propuesta forma parte del programa “Barriguita llena, corazón contento” y la apoyan organizaciones como el Banco de Alimentos Diakonía y la Empresa Pública Municipal Desarrollo Acción Social y Educación (EP DASE).
En ese sentido, gracias a esto, personal de Diakonía visitará los puestos de más de 600 comerciantes para recolectar los alimentos que no se hayan vendido a los minoristas, por lo cual se estima que se podrán tomar dos de las cinco (o seis) toneladas que se desperdician de manera diaria en ese centro.
Uno de los encargados de aplaudir esta iniciativa, además con rol protagónico como presidente de Diakonía, fue el propio arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera. Fue él quien también elogió la labor de las autoridades de ponerse al servicio de las personas vulnerables, tal cual prosiguió la Arquidiócesis de Guayaquil.
¿Cuántas personas son beneficiadas?
Unas 54.000 personas, a través de 159 instituciones vinculadas a Diakonía, serán beneficiadas con este trabajo de recolección, se informó. Entre los alimentos aparecen piñas, bananos, papayas, hortalizas, verduras. En el caso de las frutas muy maduras el objetivo es trasladarlas a un centro de procesamiento de la propia institución con el fin de convertirlas en compotas y mermeladas.
En tanto, quien también hizo una reflexión sobre la importancia de esta acción fue la propia alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri:
“Sabemos que la mayoría de la gente no tiene empleo, es pobre; pero en medio de ellos hay más pobres aún, a los que todos ignoran. Con este proyecto vamos a recoger los alimentos que no se hayan podido vender: la donación de los comerciantes, también pobres, pero que abrazan a sus hermanos”.