El domingo por la noche el actor Will Smith fue capaz de vivir quizá lo mejor y lo peor de su vida. Acudió a la gala de los Oscar, celebrada en Los Ángeles, con una nominación como mejor actor. Todo un mérito a su carrera interpretativa que se vio recompensada después con la entrega del Oscar al Mejor Actor.
Lo mejor y lo peor
Pero minutos antes de que esto sucediera, en mitad de la gala, perdió los estribos cuando el humorista Chris Rock hacía referencia a su mujer con un comentario muy desafortunado que hacía referencia a la alopecia que ella sufre. Will Smith sacó lo peor de sí mismo: subió al escenario y dio un bofetón al presentador, sin mediar palabra alguna.
Realmente el chiste no tenía ninguna gracia, aunque el propio Chris Rock se haya justificado diciendo que desconocía la enfermedad de la mujer de Smith.
Todos nos quedamos estupefactos. Y ayer no se hablaba de otra cosa.
Denzel Washington: El demonio acecha
Sin embargo, después de lo sucedido y antes de que Will Smith recibiera el Oscar como mejor actor por su papel en la película “El método Williams” su compañero, el también actor Denzel Washington, se acercó a él durante un descanso para calmarle y aconsejarle. Concretamente le dijo:
¿De quién procede este sabio consejo? Esta idea es de un gran santo de la Iglesia Católica, un clásico de espiritualidad. Nada menos que el Santo Cura de Ars, que fue constantemente asediado por el demonio por su gran labor de confesor incansable.
El santo reconocía: “He advertido que el estruendo es mucho mayor y los asaltos -del demonio- se multiplican, cuando al día siguiente ha de venir algún gran pecador”.
Es decir, que la lección se aplica a la gran noche de los Oscar, en que Will Smith iba a tener su gran noche de gloria. El santo sabía que el demonio acecha cuando alguien puede hacer algo bueno. Nos quiere desestabilizar.
Pero, ¿podemos pensar que el demonio venció al sucumbir el actor a la violencia? Para un cristiano, después de la caída puede llegar el momento mejor: el del perdón.
El perdón de Will Smith
Finalmente, Will Smith, 24 horas después de lo sucedido, emitió un comunicado a través de su Instagram en el que pide expresamente perdón al humorista Chris Rock por su agresión.
Ya durante la gala cuando recibió el preciado Oscar, pidió perdón a la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas y a sus compañeros actores, en especial a todo el equipo de la película por la que había sido premiado.
Pero en Instagram ha dado un paso más:
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Comunicado en contra de la violencia
El comunicado del actor dice lo siguiente:
¿Puede alguien ser “un trabajo en progreso”?
Esta última frase del comunicado del actor es maravillosa:
“I am a work in progress”.
Porque “ser un trabajo en progreso” y considerarse así es una señal de humildad. Significa que de verdad tiene deseos de mejora y se ve capaz de hacerlo.
De hecho, una persona nunca está "terminada", porque siempre tiene la oportunidad de mejorar y convertirse en alguien mejor de lo que ya es. Pedir públicamente perdón y reconocer los errores nos hace progresar hacia delante. O mejor, hacia arriba.
Para los cristianos esta frase adquiere mucho sentido ya que la vida es un comenzar y recomenzar. Y a base de errores y caídas, vamos puliéndonos para progresar en santidad.