El escenario del Dolby Theatre de Los Angeles ha sido esta noche un lugar donde han ocurrido muchas cosas. La 94ª edición de los Premios Oscar ha sido una noche de grandes alegrías, donde ha brillado la risa, la música y el arte, pero también ha sido una noche para olvidar.
El actor Will Smith, que estaba nominado como mejor actor por su papel en “El método Williams”, donde encarna el papel de padre de las tenistas Venus y Serena Wiliams, ha recibido el Oscar, pero ha sido protagonista de la gala por otro motivo bien distinto.
Vamos a explicar los hechos y luego ya sacaremos conclusiones…
Un chiste desafortunado
El caso es que unos 10 minutos antes de recibir el premio, Smith le ha pegado una bofetada al cómico Chris Rock cuando éste ha hecho referencia, a modo de chiste, a la mujer del actor, Jada Pinkett Smith, que sufre de alopecia desde hace un tiempo.
El cómico, conocido por su humor punzante, ha comentado que la veía participando en la secuela de “La teniente O’Neill”, película de 1997 en la que Demi Moore interpretaba a una soldado y se rapa el pelo.
En un primer momento, al oír el chiste, Smith se ha reído pero su esposa, sentada a su lado, ponía una mueca de disgusto. Y no es para menos. No tiene gracia que se rían de ti ante miles de espectadores.
Reacción violenta
Después de las risas, y ante la cara atónita de Chris Rock, que seguía sonriendo sobre el escenario, ha llegado la reacción violenta de Will Smith. Con paso decidido ha subido las escaleras y sin mediar palabra, le ha propinado una sonora bofetada al presentador.
Parecía que todo era un montaje preparado entre los dos “cómicos” y el público seguía riendo. Incluso Chis Rock lo hacía, aún habiendo sido agredido. ¿Qué iba a hacer?
Sin embargo, el actor Will Smith ha regresado de nuevo a su butaca y desde allí ha gritado en dos ocasiones la misma frase (perdonen el insulto): “Mantén el nombre de mi mujer fuera de tu puta boca” (en inglés, “Keep my wife’s name out of your fucking mouth”).
En fin, en ese momento han saltado todas las alarmas: Se confirmaba que la broma, la bofetada y la airada respuesta del actor nominado habían sido en serio.
La gala ha continuado, pero todos los logros artísticos de la noche han sido dinamitados por este incidente. Incluso el premio obtenido más tarde por Will Smith ha sido cuestionado.
Consejo de Denzel Washington
Inmediatamente después del desafortunado episodio, durante la siguiente pausa para los anuncios, la relaciones públicas de Will Smith se ha acercado para hablar con él y calmarle.
También lo ha hecho el actor Denzel Washington, quien además le ha dado un consejo: “Ten cuidado en tus mejores momentos. Es cuando el diablo viene por ti”. Así lo ha explicado el mismo Will Smith al subir minutos después de nuevo al escenario para recoger el Oscar.
Palabras de justificación
En su discurso de agradecimiento el actor premiado ha declarado: “Richard Williams - papel que representa en la película, padre de las tenistas Venus y Serena Williams-, fue un acérrimo defensor de su familia. En este momento de mi vida, estoy abrumado por lo que Dios me pide que haga y sea”.
Después, Smith ha proseguido: “Quiero ser embajador del amor. Quiero pedir disculpas a la Academia, y al resto de los nominados. Es un momento precioso; mis lágrimas no son por ganar el Oscar, sino por arrojar luz a todo el reparto de El método Williams. El arte imita a la vida, y yo he parecido el padre zumbado. El amor te hace hacer cosas increíbles”.
Algunas conclusiones
A estas alturas del artículo queda claro que este incidente ha emborronado una preciosa gala de entrega de premios. Premios muy deseados por muchos actores y conseguidos por unos pocos. Will Smith será ya uno de ellos. Ya puede decir que después de 3 nominaciones, por fin ha conseguido su Oscar.
Pero ¿qué podemos aprender sobre este episodio?
Will Smith ha ganado un Oscar por un gran papel interpretado en una película. Pero debería revisar el papel que interpreta en su vida. Ha decepcionado a mucha gente. Y en su discurso ha dicho que “espero que me volváis a invitar”.
Pero costará que vuelva a entrar en nuestras vidas. Deberá enmendar su falta.