Según constató Aleteia, la información sobre la interrupción del proceso del embarazo ya circulaba de manera extraoficial este viernes, pero recién este sábado se hizo pública.
En efecto, el caso de la niña embarazada de 11 años tras ser violada por su abuelastro en Yapacaní tuvo un nuevo capítulo en las últimas horas con el desenlace de la interrupción del proceso de gestación.
Medios locales como El Deber señalan que el bebé nació vivo, pesó 500 gramos. De momento, a sabiendas de que era muy poco probable que el bebé pudiera sobrevivir, en Bolivia no se había informado hasta la tarde de este sábado de manera oficial ni el estado de salud de la niña ni el de su hijo.
El desenlace de las últimas horas llega luego de que la menor fuera trasladada desde un hogar de acogida vinculado a la Iglesia en Santa Cruz hasta otro sitio para poder realizarle una valoración médica y sicológica. El Ministerio de Salud de Bolivia anunció que la medida estaría a cargo de un equipo de profesionales en otro sitio.
Un caso complejo y delicado ávido de oración
La situación a esta hora en Bolivia seguía siendo complicada y el caso de esta niña inocente está lejos de terminar. Por un lado, por todo lo que conlleva padecer lo que aconteció. Por otro lado, por la denuncia que hace la defensa de la madre de la niña en cuanto a que hubo un parto prematuro.
Incluso, se hace referencia a aspectos como presión, persecución y vulneración de derechos.
"No es abortando, no es promoviendo la muerte lo que va a solucionar un problema de índole social de protección de los derechos fundamentales de las personas", dijo la abogada de la madre de la niña, Giovanni Cabello, en diálogo con Aleteia.
"A un inocente que evidentemente ha venido bajo condiciones extremas, hoy día sabemos que no se ha protegido su vida toda vez que estaba en condiciones de seguir avanzando en ese proceso de gestación. Y que la afectada directamente, en este caso la víctima, la mamá, quería caminar hacia un momento del nacimiento de este bebé", prosiguió Cabello.
La abogada agregó lo que dijo la mamá, a su entender, en una "sabiduría natural". "¿Hacer más mal?, ¿provocar más daño?, ¿por qué? Ya está grande", señaló al respecto de lo que le dijo la madre.
La decisión era seguir con el embarazo
Previo a todo esto, tal cual confirmaron a Aleteia fuentes vinculadas a la Iglesia de Bolivia, la niña y su madre ya habían decidido seguir adelante con el embarazo. Incluso, su madre -junto a sus abogados- había presentado una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Solicito con urgencia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que se ordene al Estado Boliviano, como medida cautelar, el asegurar que se ponga fin a los intentos de la Defensoría del Pueblo, y cualquier otro organismos público y privado, de subvertir la opinión y decisión de (la niña) de no concretar el aborto y la muerte de (…) el niño que lleva dentro”, señalaba parte del documento.
En las últimas horas todo esto dio un nuevo giro, un aspecto que lo único que hace es reforzar la oración ante tanta dificultad y la necesidad de poner la mirada sobre tanta vulnerabilidad.
"¿Qué ha sufrido la niña? Un revictimización donde el Estado ha vulnerado una voluntariedad que ella había expresado junto con su mamá. A partir del momento en que ingresan en otro lugar se lleva adelante esto que hoy día sabemos. No tenemos el dato cierto, pero seguramente en las próximas horas las autoridades tendrán que dar una información cierta y veraz", indicó Cabello a Aleteia.
Por último, Cabello hizo una aclaración con respecto a la legislación vigente en Bolivia con respecto al aborto. "En Bolivia el aborto es un delito y se encuentra tipificado como tal en el Código Penal, lo cual ha sido ratificado por la sentencia constitucional 206/2014. Pero al mismo tiempo hay causales que eximen de responsabilidad, lo cual está establecido también en el Código Penal como 'Aborto Impune'", finalizó.
Jornada en "defensa de la vida"
Mientras esto acontece (y se esperaba que la Iglesia ofreciera un comunicado en las próximas horas), desde la Arquidiócesis de Santa Cruz se había emitido un llamando a una celebración y repique de campanas en «defensa de la vida» este domingo 7 de noviembre en el atrio de todas las iglesias.
Por último, también se había difundido un comunicado desde la Conferencia Boliviana del Clero Diocesano en el que también se ofrecieron declaraciones a favor de la vida (ver aquí).
En tanto, el caso de esta niña, que sigue generando ruido en Bolivia y ha roto fronteras, también había derivado en agresiones contra varias iglesias en diversas localidades en los últimos días.