Reflexiono mucho sobre la oración. Para mí, rezar, es ponernos en la dulce presencia de Dios.
Aunque siempre estamos en su presencia -pues “en Dios vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17)- el hombre debe dar ese paso, buscarlo, acercarse, sentir el anhelo de estar con Él.
Cuando rezas, Dios te mira, te abraza, te inunda con su amor, te fortalece con gracias inesperadas.
Tú lo miras, sabes que estás ante el CREADOR, y Padre, un Dios TODOPODEROSO, que es infinitamente bueno, y su naturaleza es amar, a todos, siempre.
Ayer ocurrió algo hermoso. Anhelaba hablar con Dios, rezar. Es una necesidad que trasciende y te mueve al amor. La Biblia nos da indicaciones para hablar con Dios, están en Mateo 6.
Es una experiencia extraordinaria y yo disfruto mucho poniéndome en su presencia.
A veces, sencillamente camino solo fuera de mi casa, o en un parque, y a cada paso voy alabando su majestad, su poder, su misericordia, y le agradezco por el don de la vida, por mostrarnos el camino a la eternidad, por ser nuestro Padre.
Sentí esa necesidad, estar con Él. Salí a caminar y a rezar. Le dije:
Y de pronto una oración muy sencilla y hermosa, de abandono en su misericordia y su santa voluntad, fue brotando de lo más hondo del alma.
Apareció como una semilla que germina a tiempo, en su tiempo. Y repetía para no olvidarla: “Aquí estoy Señor. Cuida de mí.” Al regresar a casa me senté a escribirla.
Son momentos muy íntimos, personales, de su presencia en medio de nosotros. De pronto, una ternura te inunda todo.
Es tanta que se desborda, no la puedes contener y sientes deseos de amar a todos Y sabes que es Él, Dios que pasa.
Supe que debía compartirla, me dio mucha paz. Comprendí que también era para ti. Hay tanto sufrimiento a nuestro alrededor...
Nos toca amar, a todos, consolar, llevar algo de esperanza, mostrarles que pueden confiar en Dios, que es un Padre extraordinario y nos ama. Dios te ama.
Sé que algunas personas tienen dificultades para leer. Grabé para ti y para ellas, la oración. Gracias por acompañarnos, por tus oraciones, por todo el bien que haces, por ser como eres.
¡Ánimo¡ Sé que vas a salir adelante. Dios te ama.
Comparte tus experiencias con Dios. Escríbeme. Te dejo mi email personal:
cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!