Te llena todo y te deja una dulce esperanza, es tan agradable que deseas que nunca termine…
“Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: Santo, Santo, Santo es Yavé de los ejércitos, su Gloria llena la tierra toda” (Isaías 6, 3)
Cuaresma. Siempre me ocurre igual. Me quedo pensando en lo mucho que le fallo a Dios y los mucho que Él me da.
Me gusta sentarme en una banca de madera afuera de mi casa a pensar, por las mañanas. Reflexiono sobre su amor infinito y siempre me pregunto por qué me ama tanto a pesar de lo que hago y soy.
Cada año inicio la Cuaresma con nuevos propósitos. A mitad de camino resbalo, tropiezo y caigo. Qué difícil es este llamado de Dios, el camino a la santidad…
Lo mejor
Hace años en la puerta de la iglesia, a la salida de misa encontré a una joven que 20 años atrás decidió abandonarlo todo para seguir a Dios.
Me tocó recibir su carta de renuncia cuando se iba de la empresa en que yo laboraba. Sorprendido la cuestioné: “Dejas un buen trabajo, con futuro”. Su respuesta no dejó lugar a dudas: “Lo dejo por algo mejor. Voy a buscar a Dios y a ofrecerle mi vida”.
No me pude resistir a preguntarle: “¿Cómo te trata el buen Dios?” Sus ojos se iluminaron, me miró sorprendida por mi pregunta y sonrió.
“Es el mejor Padre que he podido encontrar en la vida. A cambio de mi abandono por las cosas de este mundo, me ha llenado de gozo y alegría. Tengo más de lo que necesito. No me cambio por nadie. Si existiese la posibilidad de volver a nacer, haría exactamente lo mismo que hago ahora, tomaría la misma decisión. Decidirse por Dios es sencillo cuando le pides su amor y lo experimentas”.
Todavía la recuerdo, saliendo de misa, feliz, iluminada, con esa alegría propia de los hijos de Dios.
Y como ella, tantos…
Una experiencia maravillosa
Escribo estas palabras con la dulce presencia de Dios, experimentándolo, sabiéndolo a mi lado, ¿la has experimentado? Te llena todo y te deja una dulce esperanza. Es tan agradable que deseas que nunca termine.
Dios no es indiferente a nuestras necesidades físicas ni espirituales. Es un Padre extraordinario, amoroso, lleno de Misericordia y detalles. Es un Dios muy detallista, como todo buen padre.
Dios te dará fuerzas
Tal vez no lo has pensado: vivimos tiempos de heroicidad en la fe, cuando somos tentados y probados. Pero Dios a nuestro lado nos cuida.
“De hecho, ustedes todavía no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Pero Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerza para superarla.” (1 Corintios 10, 13)
“Dios es nuestro refugio y fortaleza, socorro siempre a mano en momentos de angustia” (Salmo 46)
Pide a Dios que te ayude a superar las pruebas que vas a tener. Lee la Biblia, escucha su Palabra, ora y ten fe. Pide su gracia y Él te la dará.
¡Ánimo! Te va a ir muy bien. Lo sé por experiencia propia.
Escríbeme y cuéntame tus experiencias con el buen Dios. Te dejo mi correo electrónico: cv2decastro@hotmail.com
“Gracias Padre, por tanto amor inmerecido”.
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