Empieza el día disfrutando del calor del amor de DiosUna de las partes más importantes del día es la mañana, ya que marca la pauta para el resto del día. A menudo, si quieres tener un buen día, este comienza con tu actitud por la mañana.
Rezar por la mañana puede ser una oportunidad perfecta de preparar el escenario para un día fructífero.
Aquí hay una oración adaptada de un libro de oraciones del siglo XIX titulado Morning Prayers que se enfoca en el gran amor que Dios tiene por ti.
Te doy gracias por todos tus beneficios,
especialmente por haberme traído al principio de este día,
por haberme pensado y amado desde toda la eternidad,
por haberme hecho de la nada,
haberme preservado de innumerables males y haber cargado conmigo en mis pecados,
por haberme redimido con la muerte de tu único Hijo,
llamarme a la verdadera Iglesia,
favorecerme con tus gracias e inspiraciones,
vigilarme día y noche, designar a tus ángeles para que me custodiasen
y prepararme una feliz eternidad.
Esta oración te ayuda también a valorar y agradecer los muchos regalos que Dios te hace, a inhalar su amor y llenarte de él, como del oxígeno que respiras.
Ofrecerte a Dios
Otra preciosa manera de empezar el día es ofrecerte a Dios y ofrecerle el día que empieza. Con ello le dedicas el resto del día a Dios, también los momentos en los que vives sin la conciencia de que Él está contigo.
Esto te prepara a la vez para enfrentar lo que se presente a lo largo del día.
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