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Cientos de miles de personas participaron de la peregrinación juvenil al santuario nacional de Nuestra Señora de Luján. Se trata de una de las grandes manifestaciones de Fe en América Latina.
La gran mayoría caminó más de 15 horas para unir el santuario de San Cayetano, en los límites de Buenos Aires, con el santuario mariano. Cerca de 60 kilómetros. Físicamente, parece imposible, pero con fe, buena salud, preparación y apoyo, la gran mayoría logra llegar a destino.
Los organizadores de la peregrinación dan anualmente algunos consejos que bien sirven tanto para esta peregrinación como para otras de similares características en distintas partes del mundo.
Estoy pensando, por ejemplo, en las peregrinaciones del Camino de Santiago, en España y buena parte del continente europeo, o las peregrinaciones a santuarios marianos como Lourdes, en Francia; Fátima, en Portugal, o Czestochowa, en Polonia, entre otros.
Elaboramos pues este decálogo de consejos para cualquier peregrino a pie:
- ¡Rezar ayuda mucho! No olvides un rosario, una pequeña cruz que te sea fácil de llevar en el bolsillo y tenga un especial significado para ti. Intenta preparar tus oraciones, saber cuándo rezarlas o con qué frecuencia. Si llevas el móvil cargado, tener audios descargados con meditaciones u oraciones puede ser de ayuda. Además, si caminas en grupos organizados, déjate acompañar por las oraciones guiadas en él.[img attachment="443565" align="aligncenter" size="full" alt="PEREGRINACION LUJAN" /]
- Piensa en la Virgen María y tus intenciones. Ella anima el andar, sugieren en Luján y puedes aplicarlo a cualquier otro lugar al que peregrines. Ella es la meta del esfuerzo. Siempre hay alguna motivación o motivaciones especiales para caminar hasta Ella. Agradecer, pedir, tener claro los tres o cuatro motivos por lo que caminas hasta María. Anímate incluso a anotarlos y llevarlos escritos en el bolsillo. Aferrarte a ese papel puede ayudarte cuando las fuerzas parezca que empiezan a fallar.[img attachment="444107" align="aligncenter" size="full" alt="WALK" /]
- Prepárate con algunas caminatas. Camina los días anteriores, sobre todo si no haces periódicamente actividad física. Y ya en el camino, cuando sientas que el cuerpo necesita un descanso, para. Puede ser una buena idea tener planificados los descansos para estirar los músculos. Por ejemplo, haz estiramientos suaves cada hora y sobre todo al inicio de la jornada. Es importante aprender o repasar en casa, antes de partir, cómo hacer un correcto estiramiento muscular.[img attachment="444099" align="aligncenter" size="full" alt="BREAKFAST" /]
- Antes de comenzar, desayuna bien. No comas comidas que puedan caerte pesadas. Lleva algunas frutas como plátanos, bananas o manzanas, botellas de agua, algún sándwich y alguna golosina que no te caiga pesada. Si quieres, puede ser una buena opción planificar cada momento para ingerir alimentos, aún cuando no tengas tanta hambre. Por ejemplo, estipular comer una banana a las dos horas. Durante el camino probablemente te provean de alimentos, pero intenta llevar todo preparado, y no te tientes con comidas pesadas. En ese sentido, mejor sentirse satisfecho durante todo el recorrido. Además, no olvides, la correcta hidratación no es opcional: es obligatoria.[img attachment="444102" align="aligncenter" size="full" alt="SNEAKERS" /]
- No estrenes calzado el día de la peregrinación, ni uses sandalias. Tiene que ser un calzado que ya esté amoldado a tu pie, que te sea cómodo, pero que tampoco ha de estar muy gastado, al punto de poder perder la suela en cualquier momento. Lleva ropa cómoda, y liviana, pero que pueda abrigarte bien en las horas de la noche. Algún impermeable o bolsas de plástico para cubrir tus pies y ropa en caso de lluvia. Más allá de lo que diga el pronóstico, nunca está de más en tu mochila. Lo mismo un par de medias extras de algodón.[img attachment="444103" align="aligncenter" size="full" alt="CAP" /]
- Protégete del sol. Es agradable y estimulante caminar con un sol primaveral, pero el sol, durante exposiciones prolongadas, puede producir quemaduras, sea cual sea tu tipo de piel. Lleva gorro y, si puedes, protector solar, además de crema de cacao para los labios.[img attachment="90740" align="aligncenter" size="full" /]
- Prepárate para los primeros auxilios. Lleva un pequeño botiquín. También es bueno conocer los lugares donde puedes recibir asistencia sanitaria y ponerlos en el mapa. No dependas de la batería del celular para saber dónde puedes parar en caso de necesidad. Si tienes alguna patología es bueno que tus compañeros de peregrinación lo sepan. Por ejemplo, si tienes diabetes, asegúrate de explicarle a quien te acompañe qué tiene que hacer en caso de emergencia. Y si tienes que suspender el caminar, hazlo. María te espera siempre, sabe de tus esfuerzos, es tu Madre, y ante todo te quiere sano.[img attachment="444100" align="aligncenter" size="full" alt="CHARGER" /]
- Asegúrate de tener siempre batería. Si tu celular tiene posibilidad de cambiar de batería, lleva alguna extra. O bien, lleva una portátil. Intenta no usar el celular más de la cuenta, sobre todo en las primeras horas. Si escuchas música o ya tienes descargados audios con distintas meditaciones que crees ayudarán tu camino, intenta llevar un dispositivo extra que al agotar su batería no te deje incomunicado.[img attachment="424002" align="aligncenter" size="full" alt="PIELGRZYMKA" /]
- Planifica tu regreso. En el caso de Luján, en general, los grupos ya tienen previstos ómnibus para el regreso. Lo mismo en otras peregrinaciones. Si no lo tienes, y alguien puede ir por ti, estipula bien el punto de encuentro, en lo posible, alejado del epicentro de la peregrinación, cerca, en ese caso, de un lugar donde quien te recoja pueda aparcar el vehículo. Después de más de 12 horas de intensa caminata, cuando tu cuerpo empieza a enfriarse, cada metro cuesta el triple…[img attachment="382175" align="aligncenter" size="full" alt="CATHOPIC" /]
- Disfruta la peregrinación. Disfruta los momentos de grupo, pero también esos momentos en los que mentalmente te aislarás más, por ejemplo, en la soledad de la noche. Reconócete querido y apoyado por aquellos que desde la vera del camino te alientan aún sin conocerte, y en particular, goza el llegar a los pies de la Virgen, el ofrecerle cada paso, el sentirte hijo suyo y parte de un pueblo peregrino que quiere caminar con ella en el camino de la vida.