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Nigeria: ¿Hay un genocidio contra los cristianos?

CHURCH ATTACK
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Paul de Maeyer - publicado el 20/07/18
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En el país más poblado de África se está perpetrando una auténtica limpieza étnica

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En un comunicado de prensa publicado el pasado 29 de junio —el día de la fiesta de los apóstoles y mártires san Pedro y san Pablo—, los obispos católicos de Nigeria pidieron una vez más al presidente Muhammadu Buhari que se hiciera a un lado si no podía garantizar la paz y la estabilidad en el país, que con más de 190 millones de habitantes [1] es el más poblado de toda África.

En el texto, que fue firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Nigeria (CBCN) y por el secretario de la organización,  el reverendísimo Augustine Akubeze, arzobispo de la Ciudad de Benín, y el reverendo Camillus Umoh, obispo de Ikot Ekpene, respectivamente, la Iglesia le pide al presidente que “salve a este país de más dolor y de más caos, anarquía y ruina evitables”.

Los obispos también señalan el hecho de que su último llamamiento, “como todos los anteriores, ha sido completamente ignorado por aquellos cuya responsabilidad principal es proteger la vida y la propiedad de los nigerianos”.

De hecho, el pasado 26 de abril, en un comunicado de prensa titulado “¿Cuándo terminará esta barbarie?”, la CBCN ya había sugerido que Buhari presentara su dimisión si no podía controlar la situación. “Si el presidente no puede mantener a salvo a nuestro país, entonces automáticamente pierde la confianza de los ciudadanos”, dijeron los obispos.

Los pastores fulani

Lo que hace que la CBCN cuestione a la máxima autoridad del país —Buhari buscará la reelección en las elecciones presidenciales del próximo año— es la renuencia del líder a actuar para poner fin a la violencia contra la comunidad cristiana de Nigeria por parte de los pastores fulani, un grupo étnico nómada mayoritariamente islámico (también conocido como fula, peul o fulbe), la mayoría de los cuales son pastores de vacas, ovejas…

Los fulani han sido protagonistas en los últimos años de numerosos ataques contra cristianos y/o poblaciones sedentarias, especialmente desde que las autoridades del estado de Benue, en el este de Nigeria, introdujeron el pasado mes de septiembre una ley contra el pastoreo a cielo abierto, que tiene por objeto proteger los campos y cultivos destruidos cuando pasan los rebaños. Para los fulani, sin embargo, la ley amenaza su estilo de vida tradicional y su principal fuente de sustento.

El estado de Benue, también conocido como la “cesta de alimentos”, se ubica en lo que se conoce como el “cinturón medio” en el centro de Nigeria, que separa el norte, principalmente musulmán, de la mayoría cristiana del sur.

El conflicto que enfrenta a los fulani con la población sedentaria “es ahora más mortífero que la insurgencia yihadista de Boko Haram que ha asolado el noreste de Nigeria y se está convirtiendo en un tema clave para las próximas elecciones presidenciales de 2019”, según la edición nigeriana del periódico The Guardian.

Una larga lista de ataques

La lista de ataques (y, en algunos casos, represalias) por parte de miembros de la etnia fulani contra las comunidades cristianas se ha ampliado. Según información de la Stefanos Foundation  (una organización que ayuda a cristianos perseguidos en Nigeria y en el resto del mundo), una serie de ataques el sábado 23 y el domingo 24 de junio de 2018, han resultado en al menos 233 muertes y más de 11.000 personas desplazadas en el estado central de Plateau, que durante años ha sido escenario de sangrientos enfrentamientos étnicos o religiosos. Según el sitio FirstAfrica News, “más de 40 aldeas han quedado completamente desiertas en el área de gobierno local de Barkin Ladi y Riyom como resultado de los continuos ataques”.

Un atentado durante la madrugada del pasado 24 de abril contra una iglesia católica en la aldea de Mbalom, en el estado de Benue, ha provocado el terror en la población; al menos 18 personas, entre ellas dos sacerdotes, Joseph Gor y Felix Tyolaha, fueron asesinadas. Los casi 30 atacantes también arrasaron más de 60 casas.

“Como seres humanos, estamos abrumados por el dolor, y muchos de nosotros no nos recuperaremos de la conmoción durante mucho tiempo”, explicó el cardenal John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuja, cuyas palabras, pronunciadas durante la homilía del funeral celebrado el pasado 22 de mayo en Ayati (Benue), fueron citadas por la agencia Fides.

“Ahora no es momento de contar el número de muertos, pero asesinar a personas en sus iglesias o mezquitas es una ofensa contra Dios”, dijo el cardenal. Onaiyekan ha exhortado a sus conciudadanos a unirse contra la anarquía y a no politizar los acontecimientos, según se recoge en el sitio Today.ng.

Según información de Amnistía Internacional, entre el 1 de enero y el 27 de junio de 2018, la violencia ha causado al menos 1.823 muertes en Nigeria, más del doble que en 2017 (894 víctimas). “Estamos seriamente preocupados por la creciente avalancha de asesinatos en todo el país, especialmente por los enfrentamientos comunales entre agricultores y pastores y los ataques de bandidos en al menos 17 Estados”, ha declarado el director de Amnistía Internacional Nigeria, Osai Ojigho.

Limpieza étnico-religiosa

Detrás de los ataques en el sur del estado de Kaduna, en el noroeste de Nigeria, se esconde una “agenda islámica para expulsar a las comunidades cristianas indígenas de Kaduna del Sur, para asegurar que los musulmanes hausa-fulani ocupen la zona y dominen todas las cuestiones religiosas, políticas y socioeconómicas”, según un estudio publicado por la organización misionera cristiana Puertas Abiertas.

El informe denuncia la “impunidad generalizada” de los autores de estos crímenes. “Hasta la fecha, los pastores musulmanes hausa-fulani nunca han sido arrestados, procesados o castigados en Kaduna del Sur, y las víctimas no han sido adecuadamente indemnizadas”, observa Puertas Abiertas.

Además, continúa el estudio, “el Gobierno no ha logrado mantener la participación y el diálogo intercomunitarios como un proceso necesario para lograr la paz y la estabilidad. Si el Gobierno sigue siendo parcial, es muy probable que el conflicto continúe y que los cristianos se vean obligados a abandonar la zona y reubicarse; un ejemplo de ‘limpieza religiosa’ (es decir, limpieza étnica basada en la afiliación religiosa)”.

Aunque no descarta otros motivos, como la degradación del medio ambiente y el cambio climático —suficientemente ilustrados por la agonía del lago Chad, cuya superficie ha disminuido drásticamente (un 90 por ciento en menos de medio siglo) [2]—, en un estudio anterior, Puertas Abiertas ya había propuesto la tesis de una persecución planificada contra los cristianos en el estado de Benue.

Genocidio

El hecho de que pueda haber una estrategia o un plan detrás de la violencia inspira a algunas personas a usar el término “genocidio”. Lo que está ocurriendo en el estado de Plateau y en otros estados de Nigeria es “puro genocidio”, escribe el diario The Christian Post, informando sobre un comunicado de prensa publicado el 29 de junio por los líderes de varias denominaciones de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) en el estado de Plateau.

“Rechazamos la narrativa de que los ataques a las comunidades cristianas en todo el país son ‘desacuerdos entre campesinos y pastores’”, dice la declaración, que habla de “falsa propaganda” y “engaño” por parte del Gobierno. “No hay duda de que el único propósito de estos ataques es la limpieza étnica, la ocupación de tierras y la expulsión forzosa de los indígenas cristianos de su tierra ancestral y de su patrimonio”, continúa el documento, denunciando a su vez la impunidad de que gozan los pastores fulani.

De hecho, mientras un tribunal del estado de Adamawa condenaba a muerte a cinco jóvenes cristianos por haber atacado a tres pastores, uno de los cuales fue asesinado, hasta ahora no se ha perturbado con ninguna medida parecida a los pastores armados —algunos incluso con fusiles de asalto AK-47, también conocidos como Kalashnikovs—.

En un mensaje de Twitter, el antiguo ministro de Aviación, Femi Fani-Kayode, expresó su incredulidad ante la sentencia y preguntó si “Nigeria es un Estado de apartheid donde los pastores están por encima de la ley”. Según el Daily Post, Fani-Kayode también comentó que “ningún pastor fulani ha sido reprendido o encarcelado por la muerte de más de 5.300 cristianos en 2018”.

Aunque Buhari y su vicepresidente, Yemi Osinbajo, visitaron el estado de Plateau después de los recientes ataques, la cuestión sigue siendo si el presidente, que es de etnia fulani, está dispuesto a ir más allá de lo que la declaración de los líderes denominacionales de la CAN define como pura “cosmética”.

Sin duda, Nigeria se encuentra en un momento crucial. “Por favor, no cometan el mismo error que se cometió con el genocidio de Ruanda. Ocurrió delante de nuestras narices, pero nadie lo detuvo. Y sabemos bien cómo terminó aquello”, manifestó el obispo de Gboko en el estado de Benue, Mons. William Amove Avenya, a Ayuda a la Iglesia Necesitada. “Estamos convencidos de que lo que está ocurriendo es una limpieza étnica contra los cristianos”, afirmó.

*

1] Para tener una mejor perspectiva: con más de 190 millones de habitantes, la población de Nigeria es más de la mitad de la de los Estados Unidos de América (que tiene una población de aproximadamente 325 millones de personas). Desde una perspectiva europea, la población nigeriana supera a la de Alemania (82’2 millones), Italia (60’6 millones) y España (46’6 millones) juntas. Toda la Unión Europea tiene algo más de 500 millones de habitantes.

2] Ver https://www.bbc.com/news/world-africa-43500314

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