El cómo y dónde se fabrica la ropa ahora también importaEl cambio climático es un hecho y es necesario que todos pongamos nuestro granito de arena. La industria de la moda, con sus grandes producciones en masa y teñido de telas, puede ser bastante dañina para el medio ambiente; por ello, muchas marcas han decidido incorporar medidas que disminuyan el impacto ecológico.
Además, para nadie es un secreto que la tendencia de “lo verde” está creciendo en todos los ámbitos, así que el mismo mercado lo está exigiendo y las firmas respondiendo. La gente está leyendo las etiquetas y quiere saber quién está haciendo su ropa y con qué materiales. Ya no sólo importa lo estético, sino también lo que se esconde detrás del proceso de fabricación. El comprar también se está convirtiendo en una cuestión de principios.
Hace no muchos años, se asociaba “ropa ecológica” con moda hippie o desaliñada, pero cada día más marcas de alta gama e importantes cadenas se suman y las técnicas se han perfeccionado, de manera que puedas llevar un vestido de material reciclado espectacular que no parezca hecho por un niño de 5 años con el material de reciclaje que sobró en casa.
También hay marcas que son 100% sostenibles y no es que sacan una o dos colecciones verdes al año (como es el caso de la Conscious Collection de H&M).
La gran mayoría se encuentran en Europa. En España, por ejemplo, están Ecoalf, Idunn Bags (porque los accesorios también son necesarios) y las gafas de sol de PAPP UV. Pero también hay varias en Estados Unidos, como Freedom of Animals, una firma de carteras de lujo hechas con material reciclado y con máquinas que gastan un 70% menos de energía que las convencionales.
Algunas celebridades ya se han sumado a esta tendencia, tal fue el caso de Emma Watson en la MET Gala de Nueva York del año pasado, con un atuendo realizado por Calvin Klein y Eco Age con algodón sostenible y un hilo procedente de botellas de plástico recicladas; o el vestido que utilizó la ex Miss Universo Olivia Culpo en la alfombra roja de los Premios Oscar de este año confeccionado por Marchesa con vidrio reciclado de unas copas de Stella Artois que, además, resultó en una gran donación de agua potable a países en desarrollo por una campaña de la marca de cerveza.
Asimismo, en septiembre de este año se llevarán a cabo los primeros Green Carpet Fashion Awards en Milán (Italia), donde tanto firmas de súper lujo (como Gucci, Prada y Valentino) como marcas emergentes competirán para ver quién es la más “amigable” con el planeta.
Sin duda, todavía queda mucho camino por recorrer. Por una parte, aún hay una grandísima cantidad de empresas que no han tomado conciencia del uso indiscriminado de los recursos naturales (por no mencionar las condiciones humanas de sus trabajadores); y por otra, muchas de estas piezas tienen un altísimo costo que no es asequible para el común de los mortales. Habrá que esperar; sin embargo, lo más importante es que ya se dio el primer paso.