Técnicas para facilitar un embarazo en parejas con problemas de subfertilidad
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El conocimiento del ciclo sexual femenino por medio de la valoración de la fluidez del moco cervical y la temperatura basal permite identificar con bastante certeza los días en los que la posibilidad de embarazo, si se tiene una relación sexual, es mayor.
Estos métodos, también llamados métodos naturales de la regulación de la fertilidad humana, pueden dirigirse a dos fines: bien favorecer la posibilidad de un embarazo, en caso de problemas de subfertilidad, o evitar un embarazo cuando se desea espaciar el número de hijos.
En un reciente artículo (Fertil Steril 103; 1319-1325, 2015), se evalúa la posibilidad de detectar la “ventana de fertilidad” y el periodo de ovulación, simplemente con la observación del moco cervical y la toma de la temperatura basal.
Se entiende por “ventana de fertilidad” los días alrededor de la ovulación en los que la posibilidad de conseguir un embarazo, si se tiene una relación sexual, es mayor.
En ese artículo, Echochard y colaboradores proponen un algoritmo para determinar, a su juicio, eficazmente la ventana de fertilidad, utilizando únicamente la observación de la fluidez del moco cervical y la temperatura basal.
El principal mérito de este trabajo, publicado en una revista de ginecología de reconocido prestigio, es que ponen a punto un método que tiene una alta sensibilidad (capacidad para detectar lo que se busca) y también elevada especificidad (no dar resultados equivocados) para identificar los días fértiles de la mujer, es decir, la ventana de fertilidad.
Cuando se utilizan los métodos naturales de planificación familiar, con la finalidad de retrasar o suprimir la posibilidad de un embarazo, la sensibilidad es el parámetro que lo determina mejor. Y la especificidad es menos importante. Sin embargo, para las parejas que tratan de conseguir un embarazo, en el caso de su fertilidad, la especificidad tiene más importancia que la sensibilidad.
Es por ello que este trabajo nos parece de gran interés, cuando estos métodos son utilizados con la finalidad de conseguir un embarazo en parejas con problemas de subfertilidad.
La ventana de la fertilidad corresponde a los días en los que una mujer puede concebir por encontrarse en la fase fértil de su ciclo menstrual, es decir que son los días en los que ocurre la ovulación. El día de la ovulación es crucial para determinar las señales que enmarcan el período fértil.
Para determinar la longitud de la ventana fértil y la probabilidad de un embarazo en relación con la ovulación, es necesario saber el tiempo de supervivencia de un espermatozoide vivo en el aparato reproductor femenino.
Podemos distinguir:
a) La ventana empírica de la fertilidad que se puede determinar con indicadores biológicos que ocurren durante el ciclo menstrual de la mujer, y que pueden ser observados por ella misma.
Los indicadores biológicos son:
– el moco que se produce en las criptas del cuello del útero por acción hormonal, y que presenta un desarrollo característico durante el ciclo: en los primeros días después de la menstruación el moco muestra una consistencia compacta (por acción de la progesterona) que no deja pasar a los espermatozoides al interior del útero; éstos permanecen en la vagina donde se mueren a las pocas horas por su acidez – situación de infertilidad.
Unos 5 o 6 días antes de la ovulación se observa un cambio en el moco (por acción de los estrógenos): el moco se hace cada vez más líquido, los espermatozoides pueden sobrevivir en él por su alcalinidad, atravesar el cuello del útero, nadar hacia arriba hasta las trompas y producir la fecundación si se encuentran con un óvulo.
En estos días antes de la ovulación, hasta la ovulación misma hay probable fertilidad. Después ocurre un cambio del moco que vuelve a presentar otra vez características de infertilidad. El último día antes de este cambio es el día PICO del moco.
– la temperatura corporal basal que muestra un nivel bajo en la fase preovulatoria y una subida caracteristica alrededor de la ovulación producida por la acción de la progesterona del cuerpo luteo.
Con la observación de estos dos parámetros (moco cervical y temperatura), la mujer puede determinar el inicio de su fertilidad, saber cuándo se acerca la ovulación y cuándo ésta ha ocurrido (± 2 días). Esto sería la ventana empirica de la fertilidad, que depende de la superviviencia de los espermatozoides en el moco cervical fértil (5-6 días) y la supervivencia del óvulo (máximo 24 horas).
Según un estudio de Stanford de la Universidad de UTA, USA, en 401 mujeres con un total de 2407 ciclos, se han conseguido 108 concepciones, teniendo relaciones sexuales en el día PICO del moco y tres días anteriores al PICO. (Comunicacion en el Congreso de la IEEF en Milan, 2002).
En otro estudio, comunicado por Colombo de la Universidad de Padua en el Congreso del IEEF en Milan, 2002, se han conseguido en 881 mujeres, con un total de 7017 ciclos, 575 concepciones, teniendo relaciones sexuales 4 días antes de la ovulación y el mismo día de la ovulación.
Estos días de máxima fertilidad los han detectado con la medición de la temperatura corporal basal y la observación del moco fértil hasta el día PICO del moco.
b) La ventana fisiológica de la fertilidad puede ser determinada por marcadores bioquímicos.
Estos son los estrógenos en orina (estrona-3-glucurónido E3G) y la hormona luteinizante (LH).
La duración de la fase fértil se ha definido por la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva como el primer día en el cual se detecta en orina la hormona E3G, hasta el segundo día posterior al pico de la hormina LH, lo cual suele oscilar entre 1 y 7 días.
En la actualidad la mayoría de los estudios definen el período de mayor fertilidad desde 6 días anteriores a la ovulación hasta el primer día después de la ovulación.¹
¹ J.M. Murcia-Lora, M.L. Esparza-Encina: La ventana de la fertilidad y marcadores biológicos, Persona y Bioética, dic.2011.
Ventana fisiológica de la fertilidad: