Varios son los documentos pontificios que han existido a través de la historia de la Iglesia. Un ejemplo es la bula, que es, quizá, el más antiguo. Y, seguramente, no los conocemos todos, lo que puede generar confusión para quien no es docto en el tema, por ello, explicaremos a continuación qué es una bula papal.
Una bula es un documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general, concesión de gracias o privilegios o asuntos judiciales o administrativos, expedido por la Cancillería Apostólica y autorizado por el sello de su nombre u otro parecido estampado con tinta roja.
Un poco de historia
En italiano se dice bolla, que en español se traduce ‘bola', porque de hecho la ‘Bolla' era antiguamente la cápsula metálica redonda "utilizada para proteger el sello de cera unido a través de un cordón a un documento de especial importancia, con el fin de certificar su autenticidad y consecuentemente su autoridad".
Con el trascurrir del tiempo, "bolla" indicó también el sello y después todo el documento sellado, "por lo que hoy en día se utiliza para todos los documentos papales de especial importancia que llevan , o al menos tradicionalmente deberían llevar, el sello del Pontífice".
El "breve" siguió a la bula
Después de que casi todos los documentos papales recibían el nombre de bulas, el Papa Eugenio IV introdujo el "breve apostólico", por ser de menor extensión, pero sellados con el Anillo del Pescador, aunque no es firmado por el Papa. Contiene el siguiente texto en latín:
Ad futuram rei memoriam (para futuro recuerdo)
Datum Romae apud S. Petrum sub annulo Piscatoris (dado en Roma junto a San Pedro, sellado con el anillo del Pescador)
Pontificato Nostri anno (año de nuestro pontificado).