separateurCreated with Sketch.

San Nicolás de Tolentino: un santo maltratado por el diablo

TOLENTINO
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Dolors Massot - publicado el 10/09/14 - actualizado el 09/09/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
San Nicolás de Tolentino recibió duros maltratos del demonio, sin embargo, con su vida de santidad hizo numerosos milagros y convirtió a miles al cristianismo

Los padres de Nicolás -Compañón y Amada- decidieron bautizarlo con este nombre en agradecimiento a san Nicolás de Bari después de haber pasado muchos años sin hijos. Este santo nació en 1245 en Fermo (Italia). La mayor parte de su vida la pasaría no lejos de su pueblo, en el convento agustino de Tolentino.

Fue ordenado sacerdote en el año 1269. Era buen predicador y esto hizo que se le pidiera que viajara a varios lugares. En estas situaciones, se esmeraba en vivir la penitencia, que habitualmente consistía, por ejemplo, en dormir en jergón de paja y solo con su manto. Las limosnas que recibía las daba a los pobres.

Un gran confesor

Era apreciado como director espiritual y como confesor. Para ayudar a que todos se acercaran a la confesión, imponía penitencias muy leves y él después se aplicaba el resto. Se flagelaba hasta el punto de que los notarios dieron fe de las cicatrices una vez fallecido.

Amaba la Eucaristía hasta el punto de preparar la contrición y confesarse diariamente para recibir mejor a Jesús Sacramentado.

San Nicolás de Tolentino tuvo una visión en la que las almas del Purgatorio le comunicaron que necesitaban sufragios para alcanzar el cielo que deseaban.

El demonio, como le ocurrió al santo Cura de Ars, lo maltrató varias veces, lo apaleó, lo hirió y llegó a dejarlo cojo. Tuvo que andar con muleta los últimos años de su vida, cuando ya muchas personas consideraban que era un santo.

No dejó nunca de celebrar Misa (aunque hubiera que llevarlo en andas) y curó milagrosamente a un hombre que sufría parálisis.

Taumaturgo admirable

Lo mejor de las limosnas que recibía lo daba a los pobres. Cuando murió, en el año 1305, lavaron sus manos y conservaron el agua, que era curativa.

La reliquia del brazo de san Nicolás de Tolentino ha derramado sangre en más de 25 ocasiones.  

Oración

¡Oh glorioso Taumaturgo y Protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas.

Amén.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.