San Juan de Letrán es una de las cuatro Basílicas Mayores de Roma, junto con san Pedro del Vaticano, santa María la Mayor y san Pablo Extramuros.
El inmueble había sido de la familia Laterani (Letrán), pero Nerón se la arrebató. Llegó a manos del emperador Constantino a través de su segunda esposa, Fausta (hija del emperador Maximino).
En agradecimiento a Dios por haber ganado la batalla del Puente Milvio, decidió regalar el edificio a la Iglesia para que allí hubiera un templo cristiano, posiblemente en el año 324.
Y se adaptó la ya “basílica” romana (para actos civiles y algunos cultos paganos) a los usos religiosos.
A partir de ese momento se convirtió en la residencia de los papas hasta la época del destierro en Aviñón (siglo XIV).
Está dedicada al Salvador y su baptisterio a san Juan Bautista, pero se la llamó “San Juan de Letrán” por un convento cercano.
Esta basílica es la catedral de Roma y en ella tiene su cátedra permanente el Papa. La fiesta de la Dedicación se celebra desde el siglo XII y es un modo de mostrar unión con la Cátedra de Pedro.
En la fachada, una inscripción recuerda su valor histórico y universal: “Omnium Urbis et Orbis Ecclesiarum Mater et Caput” (Madre y Cabeza de todas las iglesias de la Ciudad y del Mundo). De ahí que se celebre como fiesta en toda la Iglesia.
Oración
Oh, Dios, que te preparas un hogar eterno con piedras vivas y elegidas,
multiplica en tu Iglesia el espíritu que le has dado
para que tu pueblo fiel crezca siempre para la edificación de la Jerusalén del cielo.
Amén.