El dinero es una de las primeras causas de discusiones en la pareja. La cuestión se vuelve crítica cuanto que el presupuesto familiar es difícil de equilibrar. A continuación encontrarás algunos consejos para gestionar mejor los gastos en pareja, y sin discutir.
En tiempos de crisis, puede resultar tan difícil administrar el presupuesto familiar como resolver la cuadratura del círculo. Sin embargo, algunas parejas se enfrentan a este tipo de dificultades sea cual sea el contexto económico. ¿De dónde viene su problema?
Marc y Sabine viven actualmente esta situación. No consiguen salir de sus habituales números rojos bancarios y ambos rechazan tener la responsabilidad. “Sabine no comprende que el abono a su gimnasio y sus salidas de compras habituales cargan enormemente nuestro presupuesto”, lamenta Marc, que considera que todo se debe a “despilfarros”.
Por su parte, Sabine acusa a su marido de gastar “mucho dinero” en las “cenas de restaurante con los colegas”. “Cenas a las que tú también asistes”, añade él, molesto.
Marc desearía, entre otras cosas, ahorrar un poco más de dinero para las vacaciones y, en especial, para una estancia en la montaña, que él aprecia enormemente. “¡Cada uno tiene sus gustos!”, lanza Sabine, irritada.
A estas alturas, cada uno piensa en sus propios placeres sin tener en cuenta el bienestar del otro. El bienestar del otro: se dan cuenta de que es algo que han dejado entre paréntesis, cuando solía formar parte de su proyecto de pareja. Se dan cuenta de que cada uno tira de su lado de la manta y que a cada uno le gustaría llevar las riendas. ¡Temible tentación!
Un plan de vida a largo plazo y una revisión anual del presupuesto
Para superar sus desacuerdos, Sabine y Marc tendrán, por una parte, que reactivar ese deseo de prestarse atención mutuamente y, por otra parte, que planificar mínimamente su futuro financiero. Deberán también plantearse personalmente preguntas fundamentales sobre sus sueños y temores: ¿Cómo sería, idealmente, su vida en cinco, diez o veinte años? ¿Contemplan la compra de una casa o un apartamento? ¿Qué tipo de vida sueñan tener? ¿Temen por los estudios de sus hijos? ¿Por su jubilación?
A continuación, deberán determinar sus objetivos teniendo en cuenta las respuestas a las preguntas anteriores. Después, compartirán juntos sus expectativas para elaborar sus perspectivas de futuro. Un plan a largo plazo, aunque solo sea provisional, les ayudará a conseguir sus objetivos.
Una revisión anual del plan financiero ayudará a reorientarse si algo no va bien. Esta forma de operar, aunque no resuelva todas las dificultades, ayudará en gran medida a marcar el camino.
Marie-Noël Florant