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Cinco oraciones simples para comenzar tu día

Mulher acordando
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Edifa - publicado el 18/01/20
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Levantarse para iniciar las actividades diarias es, de por sí, una bendición, pero a veces estamos tan de prisa que olvidamos que lo más importante es comenzar dando gracias a Dios

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Te despiertas haciendo la señal de la cruz. ¿Y luego? Aquí tienes un consejo útil: en estos breves y tranquilos momentos, va bien recurrir a fórmulas dichas en un orden fijo.

En la mañana, que estás apurado por el tiempo, tener un pensamiento corto puede invadirte de alegría: “Dios me ama”, o tal vez de tristeza: “Jesús fue crucificado por mí”. Así, con tu corazón despierto, tu amor se inflama: "Cristo me llama a seguirlo". Pero también es posible que simplemente hayas despertado cansado y te sientas más parecido a un animal somnoliento que al hombre consciente y libre que vivió en los albores de la Creación.

En esos momentos, hacer que la oración sea decidida, mantenida por amor a la decisión tomada, ya es una verdadera oración. Además, la oración de los labios conduce a menudo a la oración del corazón.

¡Lo que importa es lo que nos permite alabar a Dios y darle gracias! De rodillas o de pie, frente a tu crucifijo o a una imagen, hacia la iglesia, con el sol naciente, mientras bajas las escaleras del metro o mientras esperas el autobús... ¡ora!

Comienza tu día con estas 5 oraciones

Di un padrenuestro, la oración que el Señor nos ha enseñado; un avemaría para rezar con la Virgen María y el Creo en Dios, en la fe de toda la Iglesia.

Di también: "Gloria a Dios, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo" y el "Gloria a Dios en el cielo" o el "Gloria" de la misa. Apréndelas de memoria. Inténtalo: ¡es fácil!

Luego, en un abrir y cerrar de ojos, presenta a Dios este día que te ha dado. En la alabanza, ofrece por anticipado los sufrimientos y las penas que marcarán este día, los encuentros habituales o extraordinarios, cualquier evento.

Finalmente, ¿por qué no aprendes de memoria una frase del Evangelio, del Nuevo o del Antiguo Testamento que te haya marcado en la liturgia de la Palabra del domingo anterior? Este también es un buen momento para aprender las jaculatorias que nos han enseñado los santos y que repiten nuestras madres y abuelas, así es que, ¡ora, en todo momento y lugar!

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