Empiezan a llegar los primeros peregrinos para la Jornada Mundial de la Juventud que será del 22 al 27 de enero del 2019. Los supermercados se abastecen. La vías de acceso se divulgan porque van a cerrar avenidas completas.
Somos un crisol de razas. Eso es lo maravilloso de vivir en este país. Aquí no importa tu religión o raza. Importa tu comportamiento social, lo que aportas la sociedad. Importan tus sueños y anhelos. Tu esfuerzo por superarte.
Mi vecino, por ejemplo, no profesa mi fe. El día que se mudó me llamó para presentarse, me pidió que anotara su teléfono para lo que necesitara las 24 horas del día. “No soy tu vecino”, culminó, “soy tu hermano”.
Panamá amaneció hablando de un Rabino en las redes sociales. Estamos todos sorprendidos. Uno de los primeros mensajes que leí esta mañana decía: “EJEMPLO inédito de solidaridad y generosidad, el realizado por el Rabino Gustavo Kraselnik, al abrir las puertas de su Sinagoga para dar alojamiento a 50 peregrinos católicos, que nos visitarán para la JMJ”.
Mi familia, la mayoría hebrea en Panamá, pertenece a esa congregación. Un primo me envió el mensaje que les hizo llegar su Rabino. Y lo comparto con ustedes, porque es un ejemplo de solidaridad humana, en un mundo al que tanta falta le hacen gestos como éste, de fraternidad.
La JMJ empieza a dar frutos sorprendentes de “hermandad”.
“Dentro de poco más de dos semanas comenzará la Jornada Mundial de la Juventud. Si bien es una celebración principalmente de la grey católica, al ser el nuestro un país cuya mayoría profesa esa fe, es comprensible el entusiasmo que se percibe en vastos sectores de la sociedad. Sumado a eso, la presencia del Papa – con lo que representa como líder de la Iglesia y su reconocimiento como uno de los principales actores de la escena mundial – le da una notabilidad a la JMJ que de alguna manera nos atraviesa a todos.
En la Kol Shearith Israel decidimos abrir la congregación para alojar a 50 peregrinos.
Es una de las formas que encontramos de aportar nuestro pequeño granito de arena por el éxito del evento y testimoniar las excelentes relaciones que tenemos con la Iglesia y sus autoridades a nivel general y en particular con nuestros amigos de la Parroquia San Lucas, aquí en Costa del Este.
Hemos sido testigos del esfuerzo y del cariño que ellos y tanta gente a lo ancho y largo del país han puesto en este extenso recorrido de preparación y me siento muy orgulloso que como congregación recibamos a estos jóvenes. Suena interesante: Jóvenes católicos alojados en una sinagoga. Sin duda será una historia bonita para contar.
Gustavo.
Shabat Shalom
4 de enero, 2018″