Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 26 abril |
San Isidoro de Sevilla
Aleteia logo

La complacencia mata la vida de fe

18f4d21e.jpg

Santi Casanova - publicado el 06/08/20

“El espíritu de fervor en el servicio de Dios se pierde fácilmente con un poco de complacencia” (S. José de Calasanz, en una carta del 26 de abril de 1628)

Yo lo vivo personalmente. Y lo he visto también en muchos. Corazones tocados por experiencias espirituales, personas que vuelven de un retiro cambiadas, jóvenes dispuestos a irse al tercer mundo, religiosos y sacerdotes que se lanzan a su misión con ganas de cambiar el mundo, matrimonios que se proponen hacer de la oración el eje de su vocación… y pasa el tiempo… y el fervor se apaga.

José de Calasanz lo dejó escrito en una de sus cartas demostrando gran intuición. Seguramente, lo vivió en sus propias carnes. Este joven sacerdote español que viajó a Roma en busca de una canonjía, vivió allí sus primeros años en un entorno cómodo y pudiente, dando clase e instruyendo al sobrino del cardenal Colonna. Sólo hace falta pasearse por el centro de Roma y acercarse a la antigua residencia del Cardenal para comprobar que el entorno invitaba al bienestar. Sólo cuando Calasanz decidió formar parte de alguna cofradía, cuando se sobrevino la inundación causada por el desbordamiento del Tíber y cuando comenzó a pasear y conocer las carencias del Trastévere… comenzó a esponjar un corazón distraído.

El bienestar, la comodidad, la lejanía ante el sufrimiento… nos adormece, nos hace tibios. Y el amor a Dios se enfría. Y el seguimiento a Cristo se agua.

No es malo, ¡Dios nos libre!, tener momentos de fervor en la vida. Son momentos de alta intensidad que nos lanzan, nos empujan, nos cargan de energía y fuerzas. Pero el fervor por sí mismo, si no va acompañado luego de una oración constante, de una misión entregada, de una pobreza asumida y de un sufrimiento soportado… se diluye. Pasamos de ser fervorosos creyentes a ser interesantes intelectuales, que viven su fe en su cabeza, en su entendimiento, en su cumplimiento, en sus mandamientos… hasta que ya no queda ni eso. Porque la complacencia lo envenena todo y acabamos justificándonos continuamente y pensando y sintiendo justamente de la manera en la que hemos decidido vivir. Es eso de “vive como piensas o acabarás pensando como vives”.

¿Cuánto hay de complacencia en tu vida de fe? ¿Cuánto de complacencia en tu vida matrimonial, familiar? ?Cuánto de complacencia en tu vida religiosa o sacerdotal? ¿Cuánto de complacencia en tu vida, en general? ¿Ya te has conformado? ¿Ya has dejado de aspirar a algo mejor? ¿Ya has perdido ese puntito de exigencia y de tensión que te mantiene alerta? ¿Has desactivado ya el sistema de alarmas? ¿Te has rodeado de seguros, de seguridades, de dinerito, de estabilidad?

Tal vez sea tiempo de exponerse. Aunque dé miedo. Aunque sientas temblar el suelo bajo tus pies. Sólo así volverás a mirar al Señor y decirle “te necesito”, “te amo”, “ven”.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más