A la hora de montar el belén siempre me ha gustado que éste se convierta en un rincón más para el juego.
A lo largo de nuestra historia como familia en casa ha habido de todo, años en los que nos hemos esforzado más y otros en los que nos hemos conformado con lo mínimo. Años en los que he tenido que ceder y permitir que la entrada de casa estuviera llena de luces y otros en los que han sido ellos los que han reconocido que mi propuesta -más sencilla- tampoco estaba mal.
En esta ocasión hemos optado por poner el árbol y un nacimiento con muñecos de tela que mi marido compró en una parroquia hace unos meses y esta mañana me he dado cuenta de que ha sido un acierto. Sara ha estado más de una hora conversando con María, José y los Reyes Magos. En un primer momento el niño Jesús ha desaparecido y la historia ha girado en torno al embarazo de la Virgen.
- «¿Será niño o niña? Yo creo que será una niña».
Creo que Sara tiene en esta cuestión una espinita clavada en el corazón, que espero que resuelva con los años. De momento la pobre cree que el hecho de que el hijo de Dios fuera varón es algo que juega en su contra. No tenía ni idea de su empanada mental, pero esta mañana sus comentarios a los muñecos no dejaban lugar a dudas. La de información que obtengo espiando sus juegos. Al final de la mañana la conversación daba para una campaña publicitaria:
- «Si yo fuera Papa Noel viajaría en metro. Es mucho mejor».
Sara se lo comentaba a los Reyes Magos por si les interesaba la información. Todo tiene un porqué y es que ayer estuvimos por el centro de Madrid, que está imposible. Así que la chiquilla sacó sus propias conclusiones.
Pero volviendo al tema del nacimiento. En ocasiones ponemos todo nuestro esmero en que quede de revista y no dejamos que los niños de la casa lo disfruten. Sin embargo, cuando preparamos algo accesible acorde a la edad de nuestros hijos y les damos la oportunidad de «trastearlo» vivimos momentos mágicos, como nos ha sucedido a nosotros esta mañana. O como hace unos días, cuando después de buscar al niño Jesús por toda la casa, a última hora del día descubrimos aliviados que no se había perdido. A Sara le gusta tanto que se metió en la cama con él. Me encanta. @amparolatre