Los finales de curso siempre son “muy achuchados”.
En los trabajos – al menos en el mío – suele ser época de cambios. Y a los niños la llegada del calor les pilla cansados. Se sienten más presionados en lo académico y la vida social se intensifica con excursiones, cumpleaños y demás shows y fiestas para dar carpetazo al curso. Todo ello genera sabores y sinsabores que se traducen en sobremesas más largas y en una mayor necesidad de tiempo en exclusiva.
Hay días en los que “las buenas noches” a los pies de la cama son interminables y yo me enfado de puro cansancio porque necesito seguir con la rutina y ellos no me dejan marchar. Sin embargo, cuando estoy más relajada, todos duermen y no queda nada pendiente que hacer pienso en lo afortunados que somos por tener una familia y en lo importante que es para el desarrollo de los niños y también de los adultos -que también seguimos desarrollándonos- empezar y terminar cada jornada en un “entorno amigo” donde los problemas se escuchen y donde se busquen soluciones; donde se guarden secretos y donde siempre encontremos la manera de alentarnos unos a otros.
Pero con dos padres dedicados al mundo de la comunicación los hijos tenían que salir parlanchines necesariamente y hay días en los que las 24 horas se nos quedan cortas para decirnos todo lo que necesitaríamos compartir.
Cuando en casa damos gracias por las cosas buenas que nos suceden cada día me gusta escuchar decir a los míos lo mucho que significa la familia para ellos. Mientras ellos lo expresan a modo de latiguillo yo pido en silencio que dejen de hacerlo mecánicamente y que sean plenamente conscientes de la enorme suerte que tenemos.
A pesar de los errores, las discusiones y las torpezas. Una suerte enorme.
Porque el lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor crecen, no es una oficina, ni un comercio, ni una fábrica. Es una familia. Y yo tengo una estupenda.
Y por eso en el Día Internacional de la Familia debemos decir bien alto que necesitamos más familia. Más convivencia implicada y responsable, en la que pasemos más tiempo juntos y más tiempo de calidad. En la que cada uno de nosotros apostemos cada mañana por la familia con las palabras pero sobre todo con los hechos. #TuFamiliaTubandera. @amparolatre