Para cualquiera que se encuentre en una etapa de agobio, puede parecer una lucha más. Sin embargo, la solución puede ser sencilla con estas estrategiasCampaña de Cuaresma 2025
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Oyes un grito al otro lado de la casa y lo identificas (¡correctamente!) como un combate amistoso de lucha libre que se ha torcido. Al mismo tiempo, te das cuenta de que has olvidado poner el temporizador y de que el olor a quemado que emana de la cocina es (¿era?) un ingrediente clave en la cena de esta noche. Todavía no has guardado la compra de hace 30 minutos y el bebé, que acaba de aprender a andar, tropieza y se cae sobre ella, añadiendo más gritos al ambiente de una tarde entre semana. Si te ha pasado, necesitas conocer estas estrategias.
El resto de la casa también está desordenada, ya que aún no has empezado a hacer la limpieza diaria de la tarde. ¿Por dónde empezar?
"Ayuda a los niños infelices y luego concéntrate en la cena", te repites mientras sientes el crujido de mil migas de galleta bajo tus pies. Recoges a un luchador abatido para acurrucarlo.
Podrías limpiar el desastre antes de que se extienda, pero no. "Primero los niños, luego la cena", repites; no puedes despistarte.
Aquí te compartimos unas lecciones para hacer frente a los sentimientos de agobio que te serán de mucha ayuda especialmente en los momentos de presión.
1Encontrar lo más importante.
Aunque los tipos de agobio varían, el primer paso debe ser encontrar lo más importante. Esto puede implicar escribir todas las cosas que te rondan por la cabeza para poder priorizarlas. Una vez que sepas qué hacer primero, puedes empezar. Mirar fijamente la lista de tareas pendientes o sentarse congelado con la mirada perdida no te ayudará a mantenerte a flote.
2Solo necesitas 10 min
Cuando hayas encontrado lo más importante, intenta dedicarle 10 minutos. No te distraigas con ninguna otra tarea; limítate a esa. Por algún sitio hay que empezar, y 10 minutos son manejables y, por suerte, poco abrumadores. Es mucho más fácil que dedicarle una hora o un día entero.
Esto también ayuda cuando tienes que completar varias tareas relacionadas y te parecen desalentadoras. Muchas veces la casa esta llena de juguetes y la cocina llena de platos sucios, y es ahí donde entra la frustración. Pero acuérdate de ti misma y que 10 minutos de trabajo harán una gran mella en el caos.
3Espera 10 minutos.
Si el agobio no está casi nunca bajo tu control, respira hondo y espera 10 minutos. Dentro de 10 minutos, la situación en la que te encuentres podría ser totalmente distinta. Dentro de diez minutos, el mundo suele parecer mucho mejor y más manejable que ahora.
4Establece un tiempo de silencio
¿Tienes algún momento del día reservado para ti? ¿Tiempo para el ocio o la oración o algo que ayude a llenar tu copa? Si estás corriendo todo el día, ya sea física o mentalmente, y no tienes tiempo para recargarte, tu día se sentirá 100 veces más abrumador. (Hacer scroll en el móvil mientras esperas algo no cuenta).
Por el contrario, si sabes que vas a tener o has tenido un poco de tiempo para hacer algo que te da alegría, el día vuelve a ser manejable. Vale la pena intentarlo. Algunas actividades que son recreativas y rejuvenecedoras son escribir un diario, dar un paseo al aire libre, hacer ejercicio, pasar tiempo en silencio con las Escrituras o crear algo con las manos (pintar, hacer manualidades, coser, tallar, etc).
Cuando creas que no puedes con el día, cuando tu corazón empiece a acelerarse después de echar un vistazo a tu lista de tareas pendientes, o cuando alguien te pida ayuda y te sientas tentado a estallar, encuentra lo más importante. Comprométete a dedicar sólo 10 minutos de trabajo concentrado para empezar, y sabe que dentro de 10 minutos el mundo puede parecer un poco menos caótico.