Desde la hospitalización del Pontífice, el 14 de febrero, todas sus catequesis han sido difundidas por escrito. En esta nueva meditación, el Papa continúa el ciclo de enseñanzas que inició el 12 de marzo, dedicado a "los encuentros narrados en los Evangelios, para comprender mejor el modo en que Jesús da esperanza"Campaña de Cuaresma 2025
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"Solo las personas reconciliadas pueden llevar el Evangelio", dice el Papa Francisco en el texto de la catequesis que tenía previsto pronunciar el 26 de marzo de 2025 durante la audiencia general, que suele celebrarse en la plaza de San Pedro los miércoles por la mañana
Tras centrarse en Nicodemo la semana pasada, el Francisco cuenta la historia de la samaritana, a la que Cristo encuentra en un pozo y le pide agua. "Jesús tiene sed sobre todo de la salvación de esta mujer", subraya el Papa.
El Papa destaca el modo en que Cristo, con sus palabras, ayuda a esta mujer con una historia "complicada y dolorosa". Había sufrido grandes reveses matrimoniales y anhelaba ser "amada de verdad". La samaritana, explica el Papa, rechaza inicialmente la mano tendida de Jesús, y pone de relieve las tensiones existentes entre los judíos, el pueblo de Jesús, y su propio pueblo, que vive en Samaria.
"Cuando Dios toca nuestras vidas con sus problemas, a veces nos perdemos en reflexiones que nos dan la ilusión de una oración exitosa", dice el Papa Francisco, advirtiendo contra estas "barreras protectoras". Señala cómo Jesús desarma esta actitud en la samaritana al revelarse como el Mesías, es decir, "el que puede responder finalmente a [su] deseo de ser amado".
Un modelo de evangelización
La samaritana advirtió entonces a su pueblo. El Papa explica cómo su ejemplo puede alimentar hoy la reflexión sobre "nuevas formas de evangelización". Para ella, "el pasado ya no es una carga", y ahora puede compartir con todos "su experiencia de ser comprendida, acogida y perdonada", subraya.
"Solo las personas reconciliadas pueden llevar el Evangelio", dice el Papa, insistiendo en la misericordia de Dios. "Aunque nuestra historia parezca pesada, complicada, quizás incluso en ruinas, siempre tenemos la posibilidad de entregarla a Dios y comenzar de nuevo nuestro camino", concluye.