Campaña de Cuaresma 2025
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En el Evangelio del día, Jesús nos cuenta la historia de un hombre rico y un pobre llamado Lázaro. El rico vivía con lujos y nunca ayudó a Lázaro, que sufría frente a su puerta. Al morir, Lázaro fue al seno de Abraham y el rico al tormento. Su condena no fue por maltratarlo, sino por ignorarlo. Jesús nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud ante el necesitado.
En la reflexión que el padre Giovanni hace, nos comparte:
¿Te das cuenta de los necesitados a tu alrededor o vives en tu propio mundo?
Jesús nos cuenta la historia de un hombre rico y un pobre llamado Lázaro.
El rico vivía rodeado de lujos, banquetes y comodidad, pero nunca miró a Lázaro, que estaba a su puerta sufriendo y hambriento.
Un día, ambos murieron. Lázaro fue llevado al seno de Abraham, y el rico terminó en el tormento.
Desde el infierno, el rico suplica:
"Padre Abraham, ten piedad de mí."
Pero ya es tarde. Tuvo su oportunidad en vida, pero nunca hizo nada por el que sufría a su lado.
Nunca maltrató a Lázaro, simplemente lo ignoró.
Ese es el gran peligro: acostumbrarnos al sufrimiento ajeno, vivir solo para nosotros.
Jesús nos dice que las señales de Dios ya están en su Palabra, pero si endurecemos el corazón, no veremos la verdad.
No esperemos milagros para cambiar, porque Dios ya nos habla todos los días en los pobres, en la injusticia, en los necesitados.
Hoy Jesús te pregunta: ¿A quién estás ignorando? ¿Vives solo para ti o te preocupas por los demás?
Porque al final, no seremos juzgados por lo que tuvimos, sino por cuánto amamos.


