Campaña de Cuaresma 2025
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¿Has sentido alguna vez aturdimiento por la luz de potentes focos que te deslumbran hasta cegarte? Tal vez una sensación parecida, en el plano espiritual, llevó al franciscano español Victorino Terradillos a escribir “Necesito
la noche”. Es una oración para acoger las partes más difíciles -más oscuras- de tu vida y el silencio, y encontrar allí a Dios. Un poema para entrar en el espíritu de la Cuaresma y preparar tu unión a Cristo en su muerte y resurrección:
¡Necesito la noche!
Lo más cerrado del bosque
para oír tu voz,
la cadencia del agua,
el aire.
¡Necesito tu noche
Que sé que es en la noche
cuando el silencio habla,
tus pasos se me acercan,
se hace fecunda el alba.
Necesito la noche
prieta de oscuridad;
cercada de rosales,
disuelta en manantial.
Que sé que es en la noche
cuando se llena el mundo,
se abrasan las entrañas,
se ve el lucero próximo.
¡Oh noche! Sin ti
quedo infecundo;
porque es la oscuridad
la semilla y el surco.
Necesito la noche
para palpar la vida,
el perfume, tu Rostro;
que sé que es en la noche
cuando eres júbilo.
¡Oh noche! En lo profundo
entro y me adentro, me pierdo
hasta encontrarme solo
con quien sé es más visible
que el ciervo herido.
¡Noche! ¡Noche!
El gozo de estar dentro
y ser noche. Y todo engrandecido
con la presencia que oye
y ve y toca en la noche.
Tu agua, tu fuente, tu costado,
ahora son palpables,
visibles,
llenos, redondos
¡En la noche!
Victorino Terradillos: Fraididío
Esta oración está recogida en el libro Fraididío. Semblanza y escritos de Victorino Terradillos (1942-2023), de la clarisa María Victoria Triviño.
En él, el franciscano expresa que el alma necesita el silencio, e incluso puede beneficiarse de la oscuridad si lo lleva a Dios.
“Y ahora sea el dolor, la Cruz, el camino por donde entres a las claridades tersas y limpias del Espejo de la Eternidad”, escribe.
“No es tanto el placer, el gozo del gozo, cuanto andar “cara a cara” continuamente por el lado brillante del Espejo, la Pasión, la Cruz, la Resurrección”, explica Fraididío.
Unirse a Cristo
El religioso continúa: “El Espejo Viviente, el Mar profundo, las Aguas limpias y olorosas que bebemos, donde nos miramos cada día, hoy, es Cristo en toda su Hermosura”.
“Oh, Entrar y bajar, y permanecer en la mirada limpia por la Pasión “cara a cara con quien te ha desposado” -exclama-. “Abrázate a todo desprecio y dolor y te verás más en el Espejo”.
Místico llama a místico, y Terradillos cita a san Juan de la Cruz, escribiendo: “Fue en la noche cuando san Juan de la Cruz oyó la Fuente que manaba. La Noche es testigo de la Resurrección”.
Y le pide: “Lo que ves en la Noche, dínoslo como centinela, guarda que aguarda la Aurora, el Amanecer del Primer Día, la mañanada”.


