separateurCreated with Sketch.

Las 3 conversiones a las que invita el Papa en esta Cuaresma

HOLY-DOOR-JUBILEE-DEACONS-2025
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
I.Media - publicado el 25/02/25
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Publicado el 25 de febrero de 2025, el mensaje fue firmado por el pontífice argentino el 6 de febrero, ocho días antes de ser hospitalizado por una grave infección respiratoria

En su tradicional mensaje de Cuaresma, el Papa Francisco invita a los católicos a hacer examen de conciencia y a considerar los 40 días que preceden a la Pascua como un tiempo de conversión.

Aunque el Papa lleva doce días hospitalizado en el policlínico Gemelli de Roma, las actividades ordinarias de la Santa Sede continúan. Prueba de ello es la publicación hoy del mensaje del Papa para la Cuaresma, que este año comienza el 5 de marzo con el Miércoles de Ceniza.

Durante cuarenta días, los cristianos son invitados a hacer penitencia y a someterse a la conversión hasta la fiesta de Pascua, que celebra la muerte y Resurrección de Cristo, "centro de nuestra fe y garante de la gran promesa del Padre de la vida eterna", escribe el Papa.

En su mensaje de una página y media titulado Caminemos juntos en la esperanza, el pontífice argentino propone a los creyentes una triple conversión:

1Condición de peregrino

La primera consiste en asumir la condición de "peregrino" y ponerse en camino. "¿Estoy realmente en camino o más bien paralizado, estático, temeroso y falto de esperanza, o instalado en mi zona de confort?".

2Conversión a la sinodalidad

El Papa Francisco propone entonces una "conversión a la sinodalidad". Nos pide que "comprobemos si, en nuestra vida […], somos capaces de ponernos en camino con los demás, de escuchar, de superar la tentación de anclarnos en nuestra autorreferencialidad y preocuparnos solo de nuestras propias necesidades".

El Papa desafía a obispos, sacerdotes, religiosos y laicos a trabajar juntos y desarrollar "una actitud de acogida" hacia quienes se sienten alejados de la Iglesia.

3Esperanza en la vida eterna

Por último, la tercera conversión es la de la "esperanza" en la "vida eterna". A continuación, el Papa expone una lista de preguntas que todo católico puede hacerse:

¿Estoy convencido de que Dios perdona mis pecados? ¿O actúo como si pudiera salvarme por mí mismo?

¿Anhelo la salvación y pido a Dios que me ayude a conseguirla?

¿Vivo la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me motiva a comprometerme por la justicia, la fraternidad y el cuidado de nuestra casa común, asegurándome de que nadie se quede atrás?

"Espera, alma mía"

El Pontífice, de 88 años, concluyó su mensaje con un pensamiento de Santa Teresa de Ávila, la monja carmelita española del siglo XVI. Citó un fragmento de las Exclamaciones del alma a su Dios: "Espera, alma mía, espera. No sabes el día ni la hora. Observa atentamente, todo pasa deprisa, aunque tu impaciencia haga dudoso lo que es cierto, y largo un tiempo muy corto".

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.