Lo más destacado de la reapertura de Notre Dame

Este fin de semana París bullía con las ceremonias de reapertura y la Misa en la catedral de Notre Dame. Tras un intenso programa de restauración de cinco años, la hermosa estructura gótica abrió sus puertas al mundo.

Aunque había mucho que llevarse de los acontecimientos de este fin de semana, he aquí algunos de los más destacados.

Para celebrar la reapertura de la catedral tras cinco años de incansable trabajo de miles de obreros, clérigos y fieles, la hermosa campana Emmanuel -un nombre muy apropiado en este tiempo de Adviento- repicó para que todos la oyeran. Otras campanas de los alrededores de París también se unieron, creando una sinfonía de júbilo para esta gloriosa ocasión.

Con tanta expectación por esta ceremonia de reapertura, sin duda comenzó con una entrada muy dramática. El arzobispo Laurent Ulrich golpeó tres veces las enormes puertas de la catedral con un bastón de madera fabricado con una viga del tejado rescatada del incendio de hace cinco años.

Mientras llamaba, declaró: "Notre Dame, modelo de fe, abre tus puertas para reunir en la alegría a los hijos lejanos de Dios".

Con esta orden, las puertas comenzaron a abrirse y los colores, los sonidos y la alegría fueron una fiesta para los ojos.

Mientras el arzobispo Ulrich llevaba a cabo el ritual de los toques, se pudo escuchar una conmovedora interpretación de los Cantos de la Ascensión del libro de los Salmos 120-134. El "Canto del Peregrino" tiene su origen en la peregrinación judía al Templo de Jerusalén.

A partir de ahí, los coros impresionaron con una lista de canciones que honraban a Nuestra Señora, incluyendo el sonoro motete Totus Tuus, que fue compuesto en 1987 por Henryk Gorecki mientras el Papa Juan Pablo II visitaba su tierra natal. Fue el lema de JPII y es una celebración especial de la Santísima Virgen: "Toda tuya".

También tuvo lugar el impresionante ritual del "despertar del órgano", en el que el arzobispo se dirigió al órgano ocho veces, diciendo:

Después de cada invocación, hubo una respuesta improvisada del instrumento que, sorprendentemente, había escapado al fuego, aunque necesitaba un trabajo importante para devolverle su gloria.

Se eligieron otros himnos con María en el centro, como Ave Maris Stella de Claudio Monteverdi y Sancta Maria de Girolamo Francescobaldi.

Durante la reapertura hubo una impresionante procesión de 113 estandartes que representaban a diferentes parroquias de París. Los estandartes desfilaron por el pasillo, sostenidos por sacerdotes y diáconos que vestían los ornamentos creados por el célebre diseñador francés Jean-Charles de Castelbajac.

Los estandartes representaban la intensa alegría y el honor que sentían los fieles, y al ser sostenidos en alto para que todos los vieran, se podía apreciar que cada uno tenía un diseño único. Mientras que algunos tenían imágenes de la Virgen María, otros presentaban imágenes de santos o símbolos católicos, como el báculo de un obispo.

Uno de los momentos más emotivos de la velada fue la ovación que recibieron los bomberos que ayudaron a salvar la catedral. En una batalla sin cuartel por salvar el edificio y las preciosas reliquias que alberga, estos hombres y mujeres arriesgaron sus vidas para que Nuestra Señora pudiera seguir velando por París y más allá.

Cuando los bomberos recorrieron el pasillo, los aplausos fueron atronadores, acompañados de la proyección de un enorme "merci" -gracias- en la fachada de la catedral gótica.

Uno de los momentos clave de la primera Misa ha sido la consagración del altar. Se trataba de una serie de pasos que la convertían casi en un acontecimiento en sí misma.

En primer lugar, se colocaron las reliquias: Fueron seleccionadas entre cinco santos estrechamente vinculados a la Iglesia de París, cuyas reliquias se sellaron en el altar: santa María Eugenia Milleret, santa Magdalena Sofía Barat, santa Catalina Labouré, san Carlos de Foucauld y el Beato Vladimir Ghika.

A continuación tuvo lugar la oración de dedicación y la unción del altar con crisma, el rito más importante de la consagración del altar. Por último, tuvo lugar la ofrenda de incienso, seguida del adorno y la iluminación del altar.

En la siguiente galería puedes ver las imágenes de la Misa:

En vísperas de la reapertura, hubo cierta preocupación por la propuesta de cobrar entrada a la catedral recién restaurada. Sin embargo, en su mensaje al pueblo, compartido por el Nuncio Apostólico, el arzobispo Celestino Migliore, el pontífice abogó por que la catedral ofreciera una "bienvenida generosa y gratuita" a las "enormes multitudes" que atravesarían sus puertas.

Tal y como informó nuestro equipo en Francia, 4 mil fieles se congregaron ante la catedral en unas condiciones meteorológicas terribles para participar anoche en esta histórica reapertura. Mientras el viento azotaba y llovía a cántaros, los fieles soportaron el frío, pero disfrutaron del calor del acontecimiento.

Aunque la reapertura de Notre Dame fue un momento significativo para los católicos de Francia y de todo el mundo, también creó un momento en el que fieles y no fieles se unieron en el asombro, la curiosidad, gratitud y esperanza.

Mientras los líderes mundiales se reunían en la propia catedral, millones de personas sintonizaban para ver el conmovedor acontecimiento que, sin duda, despertó emociones en muchos.