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¿Los robots deberían hacer las tareas aburridas de la vida?

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Philip Kosloski - publicado el 15/11/24
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Una de las principales motivaciones del auge de los robots personales es la eliminación de todas las tareas aburridas que realizan los humanos

Elon Musk está decidido a dar forma al futuro de la robótica y la inteligencia artificial, proporcionando al mundo una serie de robots que cambiarán la forma de vida de los seres humanos.

En un artículo publicado en una revista, escribió: "Los robots de Tesla están pensados, inicialmente, para sustituir a las personas en tareas repetitivas, aburridas y peligrosas. Pero la visión es que sirvan a millones de hogares, (para) cocinar, cortar el césped y cuidar a los ancianos".

Aunque pueda parecer emocionante, ¿es realmente humano? ¿Deberíamos eliminar todo trabajo "aburrido"?

El valor del trabajo

En el Catecismo de la Iglesia Católica se alaba el valor del trabajo en general, vinculándolo a nuestra existencia en la tierra:

"El trabajo humano procede directamente de personas creadas a imagen de Dios y llamadas a prolongar la obra de la creación sometiendo la tierra, unos con otros y unos para otros. De ahí que el trabajo sea un deber: 'El que no quiera trabajar, que no coma'. El trabajo honra los dones del Creador y los talentos recibidos de él".

El Catecismo llega incluso a afirmar que el trabajo es "redentor":

"También puede ser redentor. Al soportar la dureza del trabajo en unión con Jesús, el carpintero de Nazaret y el crucificado en el Calvario, el hombre colabora en cierto modo con el Hijo de Dios en su obra redentora. Se muestra discípulo de Cristo llevando la cruz, cada día, en la obra que está llamado a realizar. El trabajo puede ser un medio de santificación y un modo de animar las realidades terrenas con el Espíritu de Cristo".

Si en la vida solo trabajan robots, ¿tendremos alguna dificultad que ofrecer a Dios?

A menudo, las cosas aburridas de la vida son las que nos acercan a Dios.

Además, si asignamos a los robots la tarea de "cuidar a los ancianos", ¿cómo cumpliremos nuestra obligación evangélica de atender a los necesitados?

San Juan Pablo II nos recuerda que debemos evaluar el uso que tenemos de la tecnología a la luz de nuestra humanidad:

"Este progreso, que tiene al hombre por autor y promotor, ¿hace la vida humana en la tierra 'más humana' en todos los aspectos de esa vida?

A medida que nos enfrentamos a un 'mundo nuevo y valiente', pensemos antes de abrazar cualquier cosa novedosa y brillante.

¡Viva el aburrimiento!
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