Seguro, en más de una ocasión, has querido dialogar con tu pareja sobre algún tema importante, o has tenido que comunicar una decisión importante a tu familia, o la necesidad de hablar con tu jefe sobre tu trabajo... cuando, de pronto, llegan los nervios; mismos que surgen por miedo a que el otro no te entienda, se ría de ti o, incluso, que lo tomen a mal.
Podríamos pensar que a los niños es a quienes más les pasa esto cuando quieren pedir un permiso a sus padres, o cuando han roto algo. Sin embargo, es muy común en la adultez. El autor, Edoardo Albert, deduce:
"El gran secreto para transmitir un mensaje es escuchar lo que la otra persona intenta decirte".
Partiendo de este punto de vista entendemos que, para poder comunicar, es importante también estar abierto a escuchar la retroalimentación del otro y darle un lugar importante en la conversación.
No es lo que dices, sino cómo lo dices
Muchos estudios señalan que gran parte de la comunicación no tiene que ver tanto con las palabras, sino -más bien- con el lenguaje corporal y el timbre de voz que utilizamos; es decir, la forma en la que nos expresamos. Estos lenguajes abarcan el 90 % de la comunicación.
En la próxima conversación que tengas, recuerda mantener tu cuerpo relajado y cuida tu tono de voz. Trata de decir las cosas con calma, sin elevar o bajar demasiado tu tono, así podrás expresarte claramente y, a la par, estar abierto a escuchar la respuesta del otro.
Aquí tienes algunos consejos para llevar a cabo una conversación importante:
1Pide la intersección de tu ángel de la guarda
El Padre Pío recomendaba orar y pedir la guía e intersección de nuestro ángel de la guarda, pues así sabremos ser prudentes a la hora de hablar. El santo padre Francisco también recomendó, en una de sus homilías, ser dóciles y escuchar a nuestro ángel de la guarda, ya que él es "un amigo que no vemos, pero que podemos escuchar".
2Aleja las distracciones
Apaga las notificaciones de tu celular y no lo tengas a la vista, esto puede ser una gran fuente de distracción; busca un lugar tranquilo para conversar.
3Piensa antes de hablar
Muchas veces hablamos sin antes pensar lo que en realidad queremos expresar. Opta por ser concreto y no dar vueltas al asunto. Haz una pequeña reflexión antes de hablar con la persona. De esta forma no se te escapará algo que no quieres decir o que puede ofender al otro.
4No reacciones, mejor responde
Puede ser que en algún punto de la conversación se diga algo que no te parece o con lo que no estás de acuerdo, pero es ahí cuando tienes que recordar el propósito de la conversación y controlar tus impulsos. Puedes respirar profundamente y continuar escuchando; así evitarás que el diálogo se convierta en discusión.
5Concéntrate en lo que el otro está diciendo y no en lo que vas a responder
Muchas veces, cuando el otro está dando sus puntos de vista, queremos inmediatamente dar una explicación o respuesta a ello, y en lugar de prestarle atención al otro, estamos pensando en qué y cómo responderle, muchas veces con el afán de tomar el control y "ganar la conversación".
6Busca el momento oportuno
Finalmente, si quieres que la conversación tenga un buen resultado, busca el momento prudente para hablar; procura hacerlo cuando el otro no esté ocupado o estresado.