Una de las alegrías de estar vivo es la gran variedad de emociones que podemos sentir. Según la situación, pueden variar mucho en el espacio de una hora: desde breves estallidos de alegría hasta sentimientos más persistentes de ansiedad. Sin embargo hay soluciones para cada situación.
Por supuesto, si estas emociones son más positivas, entonces es mejor que las conserves. Si, por el contrario, tus emociones son más negativas, es importante que las afrontes antes de que tengan un impacto perjudicial en tu salud.
Por eso, hemos creado una lista de emociones negativas comunes y sugerencias sencillas para contrarrestarlas de manera eficaz. Esperamos que estas sugerencias te ayuden con esos momentos de bajón momentáneos por los que todos pasamos.
Sin embargo, si experimentas episodios graves o prolongados de ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental, te animamos a que busques ayuda de un médico, terapeuta u otro especialista en salud mental. ¡Una llamada telefónica puede marcar una gran diferencia!
1Enojo
Si te sientes lleno de ira, en lugar de gritar, puedes ponerte a cantar. Si bien cantar suele considerarse una herramienta para la salud mental positiva, también es una excelente manera de combatir la ira.
Un estudio indio sobre la intervención musical para hacer frente a los niveles de ira muestra el efecto positivo que tiene la música sobre esa emoción. Y teniendo en cuenta la energía que se invierte en estar enojado, si en cambio te concentras en cantar con todo el corazón, podrías aportar un poco más de alegría a quienes te rodean.
2Estrés
Cuando sientes que no tienes nada más que dar, tu instinto puede ser el de acurrucarte bajo las sábanas y esconderte del mundo. Después de todo, se gasta poca energía en no hacer nada.
Sin embargo, aunque parezca contradictorio, lo que hay que hacer es ponerse unas zapatillas y salir a caminar. Cuando te sientes agotado, el ejercicio "proporciona una estrategia de regeneración cognitiva que permite que tus procesos cognitivos y tu sistema nervioso central se recuperen", explica Neurovine.
3Pensamientos intrusivos
Si no puedes desconectar tu cerebro, intenta escribir. El proceso mismo de escribir tus pensamientos te permitirá reducir la velocidad y prestar atención a tus pensamientos y emociones. Una vez que estén en blanco y negro podrás verlos de manera más realista y luego gestionar su respuesta a ellos de manera más efectiva.
4Ansiedad
La ansiedad puede apoderarse de ti y volverse completamente debilitante. Si sufres niveles altos y constantes de ansiedad, puede ser necesario consultar a un médico, pero si sufres episodios de estrés, los ejercicios de respiración pueden serte de gran ayuda.
Hay innumerables aplicaciones y herramientas en línea disponibles para ayudar, sin embargo, puedes buscar videos en YouTube para realizar ejercicios que duran un par de minutos y que pueden resultar más efectivos.
5Tristeza
La gratitud es una práctica que puede tener un impacto positivo en tu vida y es un acto que llevan a cabo muchos santos de la Iglesia Católica (santa Teresita de Lisieux es un buen ejemplo). Si concentramos nuestra energía en las pequeñas cosas que hacen que nuestra vida sea maravillosa, esos pensamientos negativos y tristes pronto se disiparán.
6Pereza
A veces es genial tener un día de descanso; pero si necesitas hacer cosas y no hay tiempo que perder, date una ducha. Pero no una ducha agradable y calentita. No, necesitas una pequeña llamada de atención y eso significa un chorro de agua fría.
Está científicamente comprobado que una ducha fría aumenta los niveles de energía, lo que te da claridad mental y capacidad de concentrarte adecuadamente. Si no eres lo suficientemente valiente (especialmente con el invierno a la vuelta de la esquina), ¡al menos puedes echarte agua fría en la cara!
7Impaciencia
Puede resultar frustrante cuando las cosas no van al ritmo que esperabas. Sin embargo, si te sientes impaciente, es importante que hagas un balance de lo que has logrado realmente. Es cierto que esto puede resultar difícil si has estado bloqueado en el tráfico durante horas.
Sin embargo, puedes utilizar ese tiempo para escuchar un podcasts sobre un tema interesante, reflexionar sobre tu día, observar atentamente tu entorno o (lo mejor de todo) rezar y pedir la gracia de la paciencia.