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"No están muertos, sino que son hombres en medio de la batalla. Son los creyentes y, ciertamente, creyentes activos, que sufren por su fe, que aman en la fe, para quienes la fe es todo, que fuera de la fe no serían sino un envoltorio vacío […]
Antes todo era más simple, más ingenuo, más redondeado, menos problemático: un santo era una personalidad, un mártir moría, un maestro tenía su escuela. Era también más fácil saber en qué consistía la tarea. Hoy todo se ha hecho mucho más enramado, más sutil. […] Las exigencias de la vida cristiana son exteriormente más flojas, pero interiormente se han vuelto más estrictas y demandantes" (Adrienne von Speyr).
Dar respuesta
¿No nos sentimos un poco así? En una lucha –interna y externa–. En el exterior vemos el dolor del mundo, los sufrimientos de la gente, la destrucción de los valores humanos, la ansiedad, la pobreza… Sentimos impotencia, y es una batalla analizar las situaciones, posicionarnos correctamente, dar respuesta en la medida de nuestras posibilidades.
También interiormente luchamos entre nuestros buenos deseos y nuestra concupiscencia. No es fácil descubrir lo que hay que hacer, incluso cuando buscamos lo bueno. Y efectivamente, quizá en nuestros días las decisiones sean más complicadas, las tensiones más fuertes, las tentaciones más sofisticadas.
"La vida actual ofrece enormes posibilidades de acción y de distracción. Además el mundo las presenta como si fueran todas válidas y buenas. Estamos expuestos a un zapping constante. Es posible navegar en dos o tres pantallas simultáneamente e interactuar al mismo tiempo en diferentes escenarios virtuales. Sin la sabiduría del discernimiento, podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento".
La clave
"¿Cómo saber si algo viene del Espíritu Santo o si su origen está en el espíritu del mundo o en el espíritu del diablo? La única forma es el discernimiento. No supone solamente una buena capacidad de razonar o un sentido común, es también un don que hay que pedir.
Si lo pedimos confiadamente al Espíritu Santo, y al mismo tiempo nos esforzamos por desarrollarlo con la oración, la reflexión, la lectura y el buen consejo, seguramente podremos crecer en esta capacidad espiritual". (Papa Francisco)
Pongámonos manos a la obra. Leamos, busquemos sobre ello, preguntemos a nuestros sacerdotes y personas de referencia. Preparémonos para librar esta honrosa batalla.
La Fundación Maior ofrece un seminario titulado “Decisión y discernimiento” que comenzará el viernes 18 de octubre, abierto a todos los públicos. Encuentra tu camino para profundizar en esta sabiduría de siempre y de ahora.