La historia de Sekuereme ser remonta a marzo de 2021, cuando Javier Pacheco, un influencer católico y comprometido, propuso al sacerdote Josepmaria Quintana organizar un rosario online a través de Instagram para rezar por Javi Barroso, un niño Síndrome de Down, gravemente enfermo, que padecía leucemia y que falleció pocos días después.
Después de esta experiencia, ambos vieron la posibilidad de organizar el rezo del rosario con más frecuencia, así que formaron un equipo de cuatro personas y, en mayo, iniciaron lo que ahora conocemos como “Macrofiesta del Rosario”.
Desde entonces, esto tiene lugar todos los domingos a las 21: 30h (Hora Madrid) a través de Instagram, y se conectan en directo alrededor de mil personas.
De lo digital a lo presencial
A lo largo de estos años muchas personas han contactado con Javier y Clara, otra de las iniciadoras de la Macrofiesta y promotora de la devoción de la Virgen de la Alegría, pero sobre todo, con el padre Josepmaria Quintana, para solicitarles algún tipo de apoyo.
“A raíz de las diferentes realidades encontradas en la Macrofiesta ha surgido la iniciativa”, nos explica Javier. Mujeres embarazadas en situación vulnerable, jóvenes con diferentes adicciones, personas desesperadas sin ganas de vivir, son algunos ejemplos que han ido encontrando y han ayudado a salir adelante y cambiar sus vidas.
Por esta razón pensaron que era necesario ofrecer un servicio presencial: así nació Sekuereme, cuyo lema es “de lo digital a lo presencial”.
Atención integral
El pasado 8 de septiembre se puso en marcha este servicio “de apoyo integral y personalizado” gracias al estreno de la aplicación móvil que se puede descargar de forma gratuita.
Josepmaria Quintana define muy bien su objetivo cuando dice que “se trata de ofrecer un trato personalizado, de atender uno a uno, como lo haría Jesucristo”.
La misión es escuchar, atender y acompañar a cada persona que se ponga en contacto a través de la aplicación y ofrecerle un acompañamiento, tanto digital como presencial, dependiendo de las necesidades de cada uno.
Comunidad que conecta
Como comenta Josepmaria Quintana, otro de los lemas de esta iniciativa es “de cien personas, nos importan las cien”, de manera que todos los que buscan ayuda encuentran a alguien, al otro lado de la pantalla, dispuesto a ofrecerle un seguimiento directo y personalizado.
Gracias al trabajo de muchas personas que brindan su ayuda y a los voluntarios, en esta aplicación pueden encontrar apoyo espiritual ofrecido por sacerdotes, apoyo profesional de psicólogos, psiquiatras, abogados, coaches, terapeutas ocupacionales o enfermeras y, por último, apoyo humano prestado por personas que han pasado por una situación similar.
“De esta forma se tienen en cuenta todas las dimensiones de la persona y se cubren todas las necesidades que pueda tener a lo largo de su vida” aclara Javier Pacheco.
Cada día se añaden nuevos voluntarios y personas dispuestas a ayudar, cubriendo así muchos territorios. De hecho, como anunció el padre Quintana hace unos días, han llegado a China y Arabia Saudí.
Sekuereme es “Sígueme”
La nueva aplicación, que el día de su lanzamiento fue la más descargada en España dedicada a “Estilo de vida”, significa “sígueme” en latín.
Como explica el padre Quintana: “Es la palabra que le dirigió Jesús a san Mateo en el momento de su vocación y contenida en el Evangelio” (Mt, 9, 9-13). Pero añadieron una letra K, para distinguirlo de otra marca ya existente.
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Intenciones a la Virgen
En la aplicación podemos encontrar, además de un buscador para hallar apoyo profesional, humano y espiritual, un apartado para escribir las intenciones y peticiones dirigidas a la Virgen, para que cada domingo se encomienden durante el rezo del Rosario, en la Macrofiesta. Durante este primer mes del lanzamiento ya hay más de 3 mil 600 intenciones en la aplicación.
Además, incluye contenidos testimoniales, una meditación -o “medikación” como le llama el padre Quintana, un enlace al Evangelio del día con su comentario y un cinefórum –“Cinekuórum” en el que se debate una película cada mes.
Logotipo con historia
Javier nos explica el porqué de las letras incompletas en el logotipo: “todas las letras que forman SEKUEREME están rotas, menos la K y la M. La K de Kyrie, el Señor, y la M de María, la Virgen, que son los que nos sustentan y apoyan en nuestros problemas y roturas, gracias a la fe”.
Josepmaria Quintana añade “La U también aparece fragmentada de forma que asemeja a un smile, una cara contenta y sonriente. Es un símil que hemos querido presentar: a pesar de estar roto, gracias a nuestra fe le encontramos un sentido a un problema concreto y conseguimos estar alegres y felices”.
Y cómo expresa el desde hace años, siempre hay que poner todos los medios humanos y espirituales para seguir “palante y circulando!!!”.