Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Los obispos y los representantes de los religiosos en España aprobaron este martes 9 de julio de 2024 un marco regulador para reparar, acompañar y ayudar conjuntamente a las víctimas de abusos sexuales cometidos por algunos miembros de la Iglesia católica.
Para esta reparación, adquirieron hoy estos cinco compromisos:
1Asistencia integral
Se da una respuesta según la necesidad de cada persona: pastoral y espiritual; médica, terapéutica, psicológica y social; y legal, jurídica y económica.
2responsabilidad
Los agresores son los principales responsables de la reparación pero, subsidiariamente, la Iglesia tiene una responsabilidad moral de reparar cuando el victimario no pueda hacer frente a ello.
3reparación material de 3 formas
La reparación material puede ser: económica en forma de indemnización a partir de una sentencia; económica en especie, en forma de prestación de servicios médicos o terapéuticos; y económica en forma dineraria reconocida y asumida voluntariamente por la Iglesia al término del procedimiento establecido al efecto.
4arbitraje
La Iglesia, por medio de la conferencia episcopal y la conferencia española de religiosos, debe arbitrar los medios para que se pueda propiciar un resarcimiento de los daños ciertos y reales.
5investigación a conciencia
En el ámbito canónico, la prescripción o el fallecimiento del victimario no impedirá buscar la convicción acerca de la certeza o, al menos, de un juicio de verosimilitud.
Más allá de la ley
La Iglesia en España promueve que los abusos se denuncien a las autoridades civiles y confía la reparación de las víctimas a la justicia ordinaria.
Sin embargo, los representantes eclesiales se han comprometido a reparar coordinadamente a las víctimas a las que la ley no ampara por el largo tiempo transcurrido desde el abuso o porque el agresor ya falleció.
De hecho, la mayoría de las denuncias recibidas por la Iglesia en España hasta ahora se refieren a casos ocurridos antes de los años 90.
Los obispos y religiosos están creando una comisión asesora a la que las víctimas podrán acudir si no encuentran una respuesta adecuada en su diócesis o congregación religiosa particular.
“Hemos querido abrir esta puerta para establecer un sistema de reparación integral más allá de lo que pueden hacer los ordenamientos jurídicos”, afirmó el presidente de la conferencia episcopal, Luis Argüello.
El obispo lo explicó en una rueda de prensa posterior a la asamblea plenaria extraordinaria del episcopado celebrada hoy.
En esa reunión se aprobaron tres documentos que regulan el trabajo de la Iglesia en España contra los abusos sexuales en su interior.
Reparación concreta
Monseñor Argüello detalló que la reparación de las víctimas será personalizada e integral y aprovechará la información ya recogida para evitar la “revictimización”.
En el aspecto económico, aseguró que “si llega el caso en que una congregación o diócesis se negasen a dar una indemnización, el órgano superior intentará asumir esa deficiencia” a partir de la “comunión de bienes”.
Para ello, la comisión asesora elaborará un sistema de valoración de los daños y perjuicios, teniendo en cuenta los baremos propuestos por la ley civil y la experiencia de otras conferencias episcopales de países del entorno.
Afrontando el problema
Monseñor Argüello destacó que en los últimos diez años se ha acelerado en la Iglesia la toma de conciencia del dolor causado.
Y que en los últimos seis se ha profundizado el trabajo de acogida, acompañamiento y reparación de las víctimas, a partir de orientaciones del Papa Francisco.
“De la conmoción de las entrañas brota el compromiso decidido de querer acoger, acompañar y reparar -declaró el obispo-, de prevenir, formar y en la medida de lo humanamente posible, evitar la sucesión de estos casos de abusos”.
Una vez más el presidente del episcopado pidió perdón, y también “respeto al propio caminar para desde él poder ofrecer una leal colaboración para abordar una problemática que sintiendo nosotros propia sabemos que es también un problema de nuestra sociedad”.