¿Te has propuesto ser santo? La santidad se trabaja todos los días con pequeñas acciones en las que podemos imitar el ejemplo de Cristo, e incluso, seguir los pasos de santos.
Por ello, te presentamos una guía inspirada en el libro Hábitos atómicos de James Clear, que tienes que tener en cuenta para convertirte en el santo que quieres ser.
1Escoge al santo que te acompañará
Es importante escoger al santo que te inspirará a cumplir tus objetivos porque solos no podemos llegar al Cielo. Ese santo se volverá tu mejor amigo y, a través de su intercesión, te ayudará a cumplir con lo que te propongas en el camino espiritual. Es fundamental que busques libros, películas o artículos sobre el santo que has elegido.
2Examina tus inclinaciones
Identifica cuáles son los malos hábitos que te alientan a pecar y anótalos. Después, a lado de esas acciones, escribe las inclinaciones por las que tu santo llegó a distinguirse.
Ejemplo: caigo en la tentación de la carne con facilidad y San Francisco de Asís también llegó a inclinarse por lo mismo.
3¿Qué hábitos te sirven a ti?
Ahora que conoces las debilidades del santo, anota lo que esa persona hizo para tener una relación más cercana a Dios. Puedes escribir, a lado de eso, lo que a ti te sirve para imitar basado en las virtudes que quieres mejorar.
Es importante señalar un día y horario. Y si te motiva, puedes comprar algún objeto que te ayude a cumplirlo. Mínimo trabaja un hábito.
Ejemplo: quiero fortalecer mi voluntad. San Francisco de Asís ayunaba constantemente para fortalecerla; por ello, yo ayunaré todos los viernes, iniciando con oración a las 8 a.m. Y para motivarme, me compraré un reloj que me ayudará a medir el tiempo.
4Corrige tus creencias
Para que se vuelva atractivo y motivante tu cambio de hábitos, tienes que creer que de verdad puedes llegar a ser como el santo que escogiste, que tu camino de santidad va en aumento.
No pienses: soy una persona que quiere ayunar; más bien repite para ti mismo "yo soy una persona que ayuna". Elimina el "quiere" y cámbialo por el "soy".
5Revisa y prepara tu entorno
¿En cuáles lugares pasas más tiempo? Ya que los identificaste, los puedes volver católicos con detalles significativos como poner imágenes religiosas, crucifijos, rosario, etc. El objetivo es ambientar tu entorno con cosas que inspiran a vivir como tu santo elegido.
También puedes buscas personas que vivan la santidad de la forma que tú te propones. Intégrate a un grupo católico en donde hablen constantemente de su relación con Dios. Recuerda que la familia y amistades influyen en tu proceso.
6Cuidado con las tentaciones
Cuando más queremos cumplir los mandamientos del Señor es cuando más tentación a pecar hay. Evita caer en los malos hábitos que te impiden lograr tus objetivos, y si caes, no dejes que se repita dos veces seguidas.
Cuidado con aburrirte, pues es una de las causas más comunes por las que dejamos de trabajar en nuestra santidad. Cuando ya te hayas acostumbrado y el nuevo hábito se vuelva monótono, encuentra formas de hacerlo atractivo y soporta el aburrimiento.
7Analiza tu proceso
Revisa lo que has logrado cada mes, cuántas veces has hecho lo que tú propusiste y en cuántas has fallado. Ese es el momento para buscar nuevas formas de lograr tus propósitos.
Ejemplo: me ha servido ayunar los viernes, pero cumpliría más mi objetivo de trabajar la voluntad si también ayunara los domingos. (Tú vas midiendo tu progreso para fortalecer el hábito)
El autor del libro sugiere que, por lo menos, estos esfuerzos por construir nuevos hábitos se mantengan durante seis meses. Por ello, si decides aplicar los consejos de este libro pero con una mirada espiritual, realmente podrás conocer al santo elegido, sentar las bases para trabajar en más virtudes y saber qué es lo que más te sirve. Pasando medio año, puedes aprender de la vida de otro santo.
Comienza haciendo lo necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible". San Francisco de Asís.