Cada año, con motivo de la fiesta de san Antonio Abad, el 17 de enero se bendice a los animales domésticos, y en el campo, también los de establo.
Se dice que el santo fue incesantemente perseguido por visiones que lo halagaban o amenazaban, y por demonios que intentaban arrancarle el alma a golpes.
Taumaturgo y exorcista
Tenía grandes habilidades taumatúrgicas que le permitieron curar a muchas personas que padecían enfermedades terribles, así como liberar a otras de posesiones demoniacas.
Conoce más de este extraordinario santo que hoy te presenta Aleteia.