Hemos llegado al final del Adviento, el ambiente huele a Navidad. Encenderemos la cuarta vela del Adviento, y en pocos días celebraremos la Nochebuena con la Eucaristía de la víspera de Navidad. No olvidemos, pues, rezar con la familia y prepararnos para la fiesta de la salvación.
Cuarto Domingo de Adviento
La Anunciación
Para empezar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se encienden las tres velas de los domingos anteriores, recordando cómo se fue haciendo la luz para los hombres en la promesa de salvación, en la alianza con Noé y la alianza con Moisés.
Se apagan las luces y alguien proclama el pasaje de la Anunciación del Evangelio de san Lucas (1, 26-38):
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».
María dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».Y el ángel se alejó.
Palabra del Señor.
Después se lee la siguiente explicación:
Con el mensaje que el ángel lleva a María se hace realidad la promesa de la salvación a los hombres. Gracias a su "sí" se pudieron llevar a cabo los planes de Dios para el mundo.
Vela
Se enciende la cuarta vela que representa la llegada de Cristo a los corazones.
Oración
Señor, te pedimos que nos ayudes a estar siempre dispuestos a dar un "sí" a lo que nos pidas en nuestras vidas.
Reflexión
Se hacen algunas preguntas relacionadas con la lectura anterior:
¿Cómo hemos cumplido con lo que Dios nos ha mandado? ¿Qué tanto hemos aceptado la voluntad de Dios en nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a dar un sí a lo que Dios nos pida?
Propósitos
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede decir cuáles son sus propósitos para mejorar en la semana.
Para terminar
Te damos gracias, Señor, por haber enviado a tu Hijo a salvarnos y por darnos una madre en el Cielo. Amén.
Cantar
"Dios está aquí".