El Bautismo es el primer sacramento al que estamos llamados a vivir para ser hijos de Dios; un sacramento que nos ayuda a crecer en la gracia, recibir los dones del espíritu santo, y sobre todo, liberar al alma del pecado original.
Sin embargo, han surgido nuevas tendencias que tratan de imitar este sacramento con características distintas, llamados "bautismo espiritual luminoso" o "bautizos angelicales". Estas ceremonias, popularizadas en redes sociales, utilizan símbolos que pueden llegar a confundir a las personas porque parecen, a primera vista, buenos para el bebé.
Las personas que se sienten atraídas por este tipo de celebraciones, generalmente, buscan conectar con su espiritualidad. Sucede que en la actualidad se ha malinterpretado este concepto. El Padre Gonzalo Viaña del instituto religioso Miles Christi, nos explica que:
"La espiritualidad es nuestra relación con Dios, que es vida de nuestro espíritu, nuestra alma. La gracia es vida del alma. (...) Hoy se usa la palabra espiritualidad para contraponer a la religión, cuando en realidad, la religión es precisamente religarnos a Dios. Es el lugar y la forma donde desarrollamos esa espiritualidad que es esa relación con Cristo".
Una tendencia que no tiene nada espiritual
Esta ceremonia, en lugar de presentar al bebé a Dios, se lo presenta al universo; hace mención de los cuatro elementos (fuego, tierra, agua y aire) para agradecer por las "bendiciones" recibidas y para pedir protección y dones para el pequeño.
Las figuras de los padrinos son reemplazadas por guardianes, los cuales transfieren cualidades propias al niño para que este pueda recibirlos y prosperar con ellos. Se pretende que ellos sean los lazos para proteger al bebé ante cualquier mal terrenal.
En todo momento se llama a los ángeles para que sean ellos quienes sellen el momento lleno de luz cuando se reciben todas las "bendiciones" pedidas al universo.
"En el mejor de los casos, estos ritos son un reemplazo. Sobre todo se ve también al enemigo de Dios. El demonio es el mono de Dios, el que lo imita, porque ni siquiera es creativo. Así que trata de hacer cosas parecidas, pero tienen un sentido contrario al cristianismo".
¿Es pecado asistir?
A través de estos ritos, muchas personas pueden llegar a confundir el verdadero sentido del Bautismo, que es iniciar una relación con Dios. Por lo que el Padre alerta que estas ceremonias pueden llegar a ser causa de pecado si la persona sabe que esto contradice el mandato divino.
Incluso, ir a esta clase de falsos bautismos se relaciona con el pecado de hacer escándalo porque alimenta la creencia de que estas acciones están bien, cuando en realidad, es una forma de hacer sincretismo y mezcla de ideas a los demás.
¿Qué pasa con el alma del niño?
Es importante resaltar lo que pasa con el alma del pequeño, porque aunque externamente se crea que algo mágico que sucede, en realidad es todo lo contrario, porque sigue permaneciendo como criatura de Dios.
"Al niño no le pasa nada bueno, sigue teniendo el pecado original y no llega a ser hijo de Dios, no recibe la gracia, ni las virtudes infusas en los dones del Espíritu Santo, por lo tanto, no recibe nada. Es solamente una parodia de eso", señala el sacerdote.
Nosotros, como católicos, tenemos la responsabilidad de difundir la verdad de estas ceremonias que no ayudan a los recién nacidos ni a los que asisten a estas celebraciones, debemos buscar que las personas se unan con Dios por medio de los sacramentos. Aquellos que caen en esto buscan algo que satisfaga su alma, y lo encuentran en las falsedades, cuando la única felicidad está en la amistad con Cristo.