San Judas Tadeo: una devoción que crece año con año

México es un país que venera de manera muy especial a San Judas Tadeo. Prueba de ello son las fiestas que organizan sus devotos, quienes cada día aumentan debido a los milagros que concede a quienes se acogen a su protección. Por eso, ante el incremento de fieles católicos que lo buscan, Aleteia consultó con Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, obispo de la Diócesis de Celaya, para que nos dijera cuál es la manera correcta de rendirle culto.

Mons. Víctor Aguilar comenta que San Judas Tadeo fue un apóstol que eligió nuestro Señor Jesucristo. Dice el Evangelio que después de estar una noche en oración, de entre sus discípulos eligió a doce, uno de ellos, Judas, hijo de Santiago, que nosotros llamamos Tadeo (Lc 6, 16), al que reconocemos su labor evangelizadora y que, para los cristianos, su vida es un ejemplo que nos impulsa al apostolado, al servicio y la santidad. Lo invocamos, veneramos, respetamos y pedimos su intercesión de manera especial en las necesidades más apremiantes.

Mons. agrega que hoy, más que nunca, tenemos necesidades de todo tipo: de seguridad, protección y salud. Mucha gente, ante la pobreza y la falta de recursos recurren a los santos para sanarse, encontrar trabajo y medios para vivir. «Eso es, digamos, el culto normal que debería darse», menciona el obispo de Celaya.

Sin embargo, menciona que, por desgracia, hay una devoción desorientada hacia el Apóstol. Don Víctor se refiere a que existen grupos que se dedican al narcotráfico o la delincuencia que lo tienen como patrono; o incluso, personas que simplemente lo buscan para obtener dinero o para que les proteja en situaciones de peligro que ellos mismos provocan. «Esa es una devoción desviada», afirma, agregando que, si se platica con ellos, responden que «sí les funciona, en el sentido de que el santo sí les responde, por eso tiene mucha demanda su devoción».

Ese es el motivo de que existan peregrinos que van día y noche a ciertos lugares y encontramos gente que le tiene una devoción sana, recta, que se confiesa, va a misa, comulga; y por otro lado, personas que van a deshoras de la noche y le llevan banda, cohetes, bebida y que, hasta con baile, le celebran la fiesta.

Monseñor menciona que «estiran tanto eso de ser abogado de causas difíciles y desesperadas que ahí cabe todo lo bueno y lo malo», por eso concluye que hay que invitar a todos a que reconozcan en San Judas a un Apóstol de nuestro Señor Jesucristo, cimiento de la Iglesia, y que conozcan su su vida, pues es un ejemplo y un estímulo para nuestra vida cristiana; además, invita a los fieles a evitar en la medida de lo posible ese tipo de desviaciones en la fe a San Judas Tadeo.

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