El día del bautizo de su ahijado, el padrino y la madrina se comprometen a brindarle el apoyo necesario para ayudarlo a crecer en el amor de Dios.
La Iglesia les da un lugar importante en la vida de los futuros bautizados. Les exhorta a tener "una verdadera responsabilidad humana y espiritual en la iniciación cristiana" de su ahijado.
Si su papel "humano" consiste en tejer una especial relación de afecto y confianza entre el padrino, la madrina y su ahijado, su papel espiritual "consiste en ayudar a los padres para que el hijo llegue un día a profesar la fe y expresarla en su vida".
Ser padrino, madrina, es convertirse para él en testigo de la fe, es intentar encarnar un modelo de vida cristiana, y así mostrar que el bautismo compromete para toda la vida.
Y para ayudar al niño a crecer en la fe, no basta sólo con dar ejemplo, sino también orar por su ahijado. Esta oración también es a veces la única manera posible de acompañar a un ahijado que está lejos.
Incluir a los ahijados en la oración de la tarde, llevarlos en las intenciones durante oraciones de grupo o encomendarlos a la Virgen son posibilidades de rezar por ellos.
Aquí hay una linda oración de la diócesis de Toulouse para llevar a su ahijado en sus oraciones diarias:
Oración
Te ruego Señor por (nombre del ahijado o ahijada)
a quien has adoptado como hijo tuyo.
Ayúdalo(a) a crecer en la fe, dale un corazón humilde abierto a los demás.
Ilumínalo(a) en las dificultades, protégelo(a) de las malas influencias
y guíalo(a) en la vida.
Te agradezco por haber tenido la oportunidad de ser su padrino (su madrina).
Te pido que me ayudes a cumplir bien mi papel
y establecer con él (ella) un vínculo de confianza y afecto.
Amén