Mientras Estados Unidos evacuaba a su personal diplomático de Sudán el domingo por la mañana temprano, y otras naciones hacían lo mismo, el Papa Francisco hizo otro llamado a la oración y al diálogo.
Por segunda semana consecutiva, el Papa Francisco ha recordado la situación en Sudán tras rezar el Regina Caeli del mediodía con los reunidos en la Plaza de San Pedro.
Este 23 de abril dijo:
Lamentablemente, la situación en Sudán sigue siendo grave, por lo que renuevo mi llamamiento para que cese la violencia lo antes posible y se reanude el camino del diálogo. Invito a todos a orar por nuestros hermanos y hermanas sudaneses.
La crisis se intensificó bruscamente en la mañana del 13 de abril y, dos días después, hubo enfrentamientos entre los partidarios del líder de facto de Sudán, el general Abdel Fattah al-Burhan, y un señor de la guerra conocido como Hemedti, Muhammad Hamdan Dagalo.
El 16 de abril, apenas un día después de que el país se sumiera en los combates, el Papa Francisco dijo:
Sigo con preocupación los acontecimientos que se desarrollan en Sudán. Estoy cerca del pueblo sudanés, ya tan probado, y los invito a rezar para que deponga las armas y retome el camino de la paz y la concordia.
Ya en los primeros cuatro días, unas 300 personas, en su mayoría civiles, perdieron la vida. The New York Times describe la situación como "generales rivales que transforman una ciudad de cinco millones de personas en un escenario para su guerra personal". Un análisis de The Economist señala que la lucha entre generales sudaneses rivales podría desencadenar un conflicto étnico y los países vecinos podrían verse envueltos en el lío.
El Papa Francisco visitó Sudán del Sur en febrero; el joven estado fue fundado en 2011, declarando la independencia de Sudán. Sudán es mayoritariamente musulmán sunita, con una pequeña minoría cristiana.