Grigory Kessel, investigador de la Academia de Ciencias de Austria, descubrió con el uso de la fotografía ultravioleta, un fragmento del Evangelio de Mateo escrito en siríaco antiguo.
El texto del evangelio fue escrito en el siglo VI, “pero luego fue borrado y copiado cientos de años después”, como se lee en la nota publicada por Medievalists.net. El descubrimiento de Kessel, descrito en detalle en su artículo A New (Double Palimpsest) Witness to the Old Syriac Gospels, se ha incluido en el último número de New Testament Studies.
Encontrado en la Biblioteca del Vaticano, el manuscrito es un palimpsesto, es decir, un manuscrito que ha sido borrado y reutilizado. Este fue escrito dos veces desde que se hizo: la segunda vez, explica Medievalists.net, “por un escriba georgiano durante la segunda mitad del siglo X. Eventualmente llegó al monasterio de Santa Catalina en el Sinaí”.