La adolescencia puede ser muy difícil tanto para los padres como para los jóvenes. Esto no debería sorprendernos dados los cambios físicos y mentales que ocurren durante este período. Sin mencionar las presiones que la escuela, los amigos y las redes sociales ejercen sobre los jóvenes.
Estas son las buenas noticias: hay maneras de hacer que este período sea soportable y pacífico. Al menos, eso dice el psicoterapeuta danés Iben Sandahl en su último libro, The Danish Way of Raising Teens, proponiendo una crianza basada en la compasión y la comprensión.
1. Adiós "Tiempo de salida", hola "Tiempo de entrada"
Padres de familia de todo el mundo utilizan el método "Time Out", es decir, aislar temporalmente a un niño o joven para castigarlo. Pero según Iben Sandahl, aunque este método permita la reflexión en soledad, no resuelve el problema. Porque encerrar a un joven en una habitación cuando se siente incomprendido solo puede aumentar su ira y resentimiento.
El autor explica la importancia de acompañar y apoyar a los jóvenes cuando los supera la ira o cuando sucumben a otras emociones, para darles la oportunidad de "expresar sus sentimientos y calmarse en un ambiente de seguridad, sin la amenaza de exclusión y ultimátum". Este enfoque es propuesto por el método "Time In", dictado por la amabilidad y que permite que el joven exprese sus emociones y que los padres lo tranquilicen y creen un mejor ambiente para su funcionamiento.
Los padres a menudo enfatizan lo que su hijo no debe hacer, pero esto dificulta que el niño entienda lo que los padres esperan de él en última instancia, enfatiza el autor danés. Los jóvenes necesitan desesperadamente el consejo y la guía de sus padres, y Time In es una gran oportunidad para discusiones productivas en las que los padres intentan comprender los sentimientos de sus hijos y les explican con calma por qué su comportamiento es inaceptable.
2. Dales la información que necesitan
Orientar y apoyar a un joven consiste en responder a sus preguntas y proporcionarle la información necesaria sobre emociones, sexualidad... Es mejor que un menor reciba de sus padres las respuestas a sus preguntas antes que buscarlas en Internet. Una vez que tenga la información que necesita, su hijo se sentirá más seguro acerca de los problemas que enfrenta.
Además, es importante hablar con él sin formar un juicio. De esta manera, la relación con él se fortalecerá y sentirá el apoyo de sus padres en este difícil período de su vida.
3. Enfréntate al rechazo
Los jóvenes a menudo se encierran en sí mismos y quieren estar solos. Los padres pueden sentirse rechazados, pero en realidad no lo son.
Permite que tus hijos luchen con sus emociones y encuentren el camino correcto: tus hijos podrán recuperar su equilibrio emocional. Esto es muy importante, porque no siempre estarás con ellos en la vida para ayudarlos a superar las dificultades.
4. Acepta sus cambios de humor
No tomes personalmente los cambios de humor de tu hijo en crecimiento. Durante este período, el cerebro del joven se reconfigura y este proceso continúa hasta los 20 años en las niñas y hasta los 22 en los niños. Por supuesto, verás cambios de humor significativos en tu hijo, pero solo ocurrirán por un tiempo.
5. Mantén la calma
Ocurre que un joven de manera incomprensible en muy poco tiempo cae de una emoción a otra, lo cual es provocado por procesos químicos que tienen lugar en su cuerpo, duran 90 segundos y lo ponen en un estado de máxima excitación.
Sin embargo, cuando nota que durante tal hiperactividad de su cerebro, sus padres no se ponen nerviosos, le ayudará mucho a calmar su sistema nervioso y adaptarse al comportamiento de sus padres.
6. Acepta su ansiedad
En cada etapa de la infancia, los niños aprenden qué comportamiento ya no es aceptable. Esto no sucede de la noche a la mañana, por lo que los niños a menudo no pueden entender de inmediato por qué algunos de sus comportamientos o formas de hablar ya no son apropiados para su edad. A pesar de su aparente reserva, su hijo adolescente escuchará todo lo que le diga.
7. Establece límites
Un joven necesita límites, necesita un marco, pero también necesita correr riesgos para desarrollarse y crecer. Si tú eres quien establece los límites, entonces deben ser razonables. Si hay una diferencia de opinión, entabla un diálogo con tu hijo y escúchalo antes de tomar una decisión.
8. Introduce a tu hijo en la tarea
Introducir a tu hijo en los deberes es algo natural y muy beneficioso para él, porque le permite desconectarse de todas sus preocupaciones, sentirse necesitado y desarrollarse mentalmente.
9. Construye una relación de confianza
Desde el punto de vista del autor danés, la confianza es la clave para profundizar los lazos familiares. Gracias a él, los jóvenes están seguros y felices. Basándote en los consejos presentados aquí, construirás una relación de confianza con tu hijo. No siempre podrás controlar sus acciones, pero notarás que se siente comprendido y seguro, y de esta manera fortalecerás su relación.