"Cuando nos encontramos con Jesús, ningún obstáculo puede impedirnos anunciarlo", insistió, animando al anuncio del Evangelio, "secreto de la alegría" que es el "mayor don para compartir".
El pontífice comentó el Evangelio del día, que cuenta cómo las mujeres que van al sepulcro de Cristo lo encuentran vacío y, queriendo anunciar la noticia a los discípulos, se encuentran en el camino con Jesús resucitado. "Cuando proclamamos al Señor, el Señor viene a nosotros", explicó el obispo de Roma a la multitud que se agolpaba bajo las ventanas del Palacio Apostólico en el Vaticano.
El Papa Francisco ha advertido contra la tendencia a "mantener" a Dios cerca por miedo al "juicio y la crítica". Por miedo a no saber "responder a ciertas preguntas o provocaciones", terminamos por no hablar más del tema, subrayó.
El pontífice instó a encontrar oportunidades para hablar de Dios "sin propaganda ni proselitismo", como hacen quienes tienen "otras metas" en mente, pero con "respeto y amor". Y señaló que si guardamos para nosotros el gozo de Dios, "puede ser porque aún no le hemos conocido".
Luego, el Papa Francisco animó a los cristianos a convertirse en "heraldos alegres del Evangelio" al cuestionar cómo dan testimonio de Jesús y "la alegría de su anuncio".