La 105ª Asamblea Plenaria Extraordinaria de la Conferencia Episcopal Portuguesa mostró, mediante un comunicado su opinión ante la "Comisión Independiente para estudiar la realidad del abuso sexual de niños dentro de la Iglesia Católica en Portugal".
"Desde un principio nos movió el deseo de llegar a quienes fueron víctimas de esta dramática situación. Veinte días después de la presentación del informe final de la Comisión, es también hacia las víctimas hacia donde queremos ir", comienzan su mensaje los obispos.
Las víctimas han sido el centro de la Comisión Independiente de investigación y también es el centro del mensaje: "Es a ellos a quienes queremos seguir dando voz para que su sufrimiento no quede en silencio".
Gracias ha sido la primera palabra utilizada: "Reiteramos nuestro profundo agradecimiento a todas las víctimas que han dado su testimonio durante el último año y, en muchos casos, a un silencio que se ha mantenido durante décadas. Sin ustedes, no hubiera sido posible llegar hasta hoy. Gracias".
La segunda palabra utilizada por la dar ánimo: "Estamos disponibles para recibir su escucha a través de un grupo específico, que estará articulado con el Equipo de Coordinación Nacional de las Comisiones Diocesanas de Protección de Menores y Adultos Vulnerables".
Y todo ello, explicado con dolor y con una petición de disculpas que se hará pública el próximo mes de abril, explican.
Compromiso ante la heridas
"Reafirmamos nuestra firme intención de hacer todo lo posible para garantizar que los abusos no vuelvan a ocurrir", continúa el comunicado: "Como signo visible de este compromiso, se creará un memorial durante la Jornada Mundial de la Juventud y luego se perpetuará en un área al aire libre de la Conferencia Episcopal Portuguesa".
"Las heridas infligidas a las víctimas son irreparables. Le garantizamos que, si lo desea, será bienvenido y le proporcionaremos el seguimiento espiritual, psicológico y psiquiátrico adecuado", muestran a las víctimas los obispos que recuerdan "las estructuras existentes, creadas en cada diócesis ya nivel nacional".
En su mensaje quieren dejar claro que "nunca eludiremos nuestras responsabilidades y también estamos comprometidos a tomar contacto con las instituciones que ya están en el terreno, para ser parte de la resolución de este problema que es transversal a toda la sociedad".
"Tolerancia cero" recuerdan los obispos portugueses, "hacia todos los abusadores y hacia aquellos que, de alguna manera, encubrieron los abusos practicados dentro de la Iglesia Católica y reconocemos la necesidad de estructuras concretas para su acompañamiento espiritual, pastoral y terapéutico".
La comisión independiente entregó al presidente de la CEP la lista con el nombre de los presuntos abusadores. En esa lista hay cien sospechosos de abusos y al menos 4.800 víctimas de abusos.