Para nadie es un secreto que la música ejerce una influencia enorme sobre el alma de una persona.
Es tanto el poder que ejerce, que los santos al hablar de la creación la han descrito como el canto de Dios.
El autor inglés Tolkien, en una obra que se llama el Simarilión, recrea la creación del universo diciendo que Ilúvatar -quien sería el dios creador de ese universo- lo crea por obra de la música.
Platón en La República afirma que la música tiene el poder de moldear el alma para el bien o para el mal.
Falta de armonía
Los demonios conocen de esta influencia y capacidad que ejerce la música. Y por ello el mismo Tolkien, al hablar de la creación del universo, representa al demonio en el personaje de Melkor, quien quería ejecutar su propia música y no la de Ilúviatar (personaje para Dios), lo cual llevó a la desarmonía en el universo.
La música, en la obra de CS Lewis Cartas del diablo a su sobrino, es considerada como una “abominable fuerza” que debe ser reemplazada por el ruido: “haremos del universo eterno un ruido”, es la consigna de lucha que Lewis hace decir a los demonios.
Tomando en consideración este poder e influencia de la música, y si le añades el poder de la televisión, y a eso le sumas la presencia de aquellos artistas más representativos dentro del género musical y que son seguidos e imitados hoy día, obtienes una bomba en poder mediático e influencia sobre multitudes.
¿Satán en los Grammy?
Pues esa “bomba” es la que se concentró en la noche de los Grammy este año, pero con una nota nueva a lo que estábamos “acostumbrados” (o nos han acostumbrado) a ver.
En la emisión de los Grammy en años anteriores nos acostumbramos a ver algunos cantantes con objetos religiosos, disfrazados de santos o de curas o de monjas.
La controversia lógicamente se generaba alrededor de estas representaciones. Siempre hubo esta controversia.
Pero lo ocurrido en los Grammy este año ha sido algo totalmente diferente.
La líder provida Abby Johnson no dudo en catalogar en su cuenta de Twitter el evento de los Grammy como “una liturgia satánica”.