A poco de cumplirse un año del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, el rugbier especializado en la categoría seven Gastón Revol, medalla de bronce de aquel certamen, relató el emotivo cumplimiento de una promesa. Finalmente visitó a la Virgen de Lourdes en el Santuario de Altagracia. Lo hizo a Radio María Argentina.
El medallista olímpico, integrante del primer plantel de la disciplina en alcanzar este tipo de presea, es cordobés, surgido en La Tablada de Córdoba. Hace siete años tuvo una lesión mandibular en Dubai. En su momento su familia realizó una peregrinación a ese santuario cordobés para pedir por él.
Inspirado por ese testimonio familiar, prometió a la Virgen antes del partido definitorio en tierra nipona, que no pudo disputar por haber sido expulsado la semifinal anterior, caminar hacia ella.
Argentina ganó el partido por el tercer puesto. Y él no olvidó. En el receso siguiente, antes de retomar la temporada deportiva, peregrinó al santuario acompañado por su familia.
“Más que pedir soy de agradecer mucho por todo lo que tengo, que es un montón. Una familia muy linda, una vida llena de desafíos y vivencias muy marcadas. Me acuerdo mucho de agradecer sobre todo”, relató. “Sin dudas suma la fe”, dijo. “Siempre con trabajo, no de manera milagrosa, pero sin la fe, sin creer en algo es imposible”, completó en la entrevista a Radio María.
El santuario de Alta Gracia, a una hora de Córdoba Capital, es un bellísimo y concurrido complejo de oración que además de la gruta de la Virgen de Lourdes cuenta con un Vía Crucis. También con una capilla-santuario que desde hace algunos años recibe miles de peregrinos convocados por un extraño y aún inexplicable signo. Al retirar una imagen de la Virgen para su limpieza y restauración, los padres carmelitas a cargo observaron que al alejarse parecía que otra imagen reemplazaba a la anterior. Al acercarse, la imagen perdía claridad.
Más de 10 años después, el inexplicable suceso sigue maravillando peregrinos. Tal es así que santuario se convirtió en uno de los puntos de peregrinación más concurridos de una de las provincias con más huellas de santidad en Sudamérica.
Desde la ovalada
El mundo del rugby en numerosas ocasiones se ha mostrado cerca de la fe. Incluso, como hemos informado, con el rugby y el rosario se ha iniciado desde hace años una gran revolución de amor y conversión en las cárceles argentinas. Y ya del mundo, con muy buenos resultados de reinserción.
Se trata del proyecto de la Fundación Los Espartanos. Un sueño iniciado en un penal bonaerense a partir de un grupo de profesionales que comenzaron a rezar el rosario junto a presidiarios, y a proponerles el ejercicio del deporte con la pelota ovalada. Hoy, es una realidad en 7 países que alcanza a tres mil reclusos de cerca de 70 prisiones. 225 de los espartanos se han reinsertado en el mundo laboral en 80 empresas empleadoras.
Uno de ellos relataba a este periodista recientemente que gracias a su experiencia pudo no solo salir del mundo delictivo, sino que descubrió cuánto podía hacer para cambiar la realidad de su hija. En este caso, el principal motor de su vida. Trabaja, como muchos otros, como empleado bancario en una entidad comprometida con acompañar la transformación iniciada desde el mundo del rugby y la oración.