Leonidas Iza finalmente fue liberado bajo medidas cautelares. Se trata del líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) y el encargado de encabezar las protestas –a través de un paro indefinido- contra el gobierno del presidente Guillermo Lasso.
Sin embargo, más allá de la liberación de Iza, las protestas continúan, siendo Quito una de las ciudades más afectadas y con bloqueos de rutas.
Entre los principales reclamos que hacen los indígenas aparecen cuestiones vinculadas al precio de la gasolina, cuestiones de seguridad, entre otros. En medio de esto, denuncias de disturbios y vandalismo, algo que había derivado en la detención inicial de Leonidas.
La preocupación de la Iglesia
En medio de esta situación compleja que vive Ecuador por estas horas, este 15 de junio desde la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) se emitió un mensaje a través del cual se exhorta tanto al gobierno como a la Conaie y a los políticos a buscar el diálogo como solución.
“No somos ajenos al grito de nuestro de nuestro pueblo que demanda mejores días para todos, pero también somos conscientes de que este es un camino que debemos ir construyendo juntos”, expresó la Iglesia al hacer referencia a la preocupación por la situación social, económica y política que vive Ecuador.
“Vemos con gran preocupación el momento presente. No podemos estar nunca de acuerdo con la violencia venga de donde venga y bajo cualquier forma. Estamos convencidos de que este no es el camino que debemos recorrer si queremos construir un mejor Ecuador”, prosigue la carta firmada por Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil y presidente de la CEE.
El llamado
“Como Iglesia de Ecuador queremos hace un llamado al gobierno nacional, a la Conaie, a los movimientos sociales, políticos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para que busquemos juntos soluciones adecuadas por el camino del diálogo, pensando ante todo el bien común y en el bienestar de los más pobres de nuestra patria”, prosigue la Iglesia de Ecuador.
En tanto, los obispos ecuatorianos finalizan haciendo referencia a las palabras del papa Francisco con respecto a la “cultura del diálogo” como camino para la solución de conflictos. También a aquello de “construir puentes” y “derribar los muros que nos dividen”.