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El Video del Papa de junio acaba de publicarse con la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Este mes, el Santo Padre pide “por las familias cristianas de todo el mundo, para que, con gestos concretos, vivan la gratuidad del amor y la santidad en la vida cotidiana”.
La familia en el centro
Tras haber dedicado el video de mayo a los jóvenes, continúa la serie de tres meses del Video del Papa alrededor del ámbito familiar, realizados por la Red Mundial de Oración del Papa con la colaboración del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
Además, la intención de oración de este mes coincide con la celebración del Encuentro Mundial de las Familias del 22 al 26 de junio en Roma. Con este evento se cierra un año dedicado a la meditación sobre la familia con motivo del 5º aniversario de la Exhortación Apostólica Amoris laetitia.
¿La familia en crisis?
Desde hace años, parece que la familia está en crisis permanente. Por esto, es importante cuidar la propia familia, en su realidad concreta. De hecho, la familia sigue siendo la principal fuente de sentido para la vida de muchas personas.
Apunta en esta dirección una encuesta realizada por el Pew Research Center en 2021 en la que se pregunta qué da significado a su existencia, los encuestados mencionan la familia en primera posición, por delante de la carrera profesional, el bienestar material o la salud.
La familia como camino de santidad
“Por supuesto, no existe la familia perfecta, pero no pasa nada. No hay que tenerle miedo a los errores; hay que aprender de ellos”, dice el Papa, recordando que, además de su gran valor humano, la familia también es valiosa desde una perspectiva de la fe: “El amor en la familia es un camino personal de santidad para cada uno de nosotros”.
Así, la fe ofrece motivos y aliento para proteger la institución familiar. “No olvidemos que Dios está con nosotros: en la familia, en el barrio, en la ciudad que habitamos. Él se preocupa por nosotros, permanece con nosotros en todo momento en el vaivén de la barca agitada por el mar: cuando discutimos, cuando sufrimos y cuando estamos alegres,” dice Francisco.