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Parece sacado de un guion de película, pero es algo que aconteció de verdad y que en los últimos días se hizo viral a través de diversos medios de comunicación.
Todo comenzó el pasado 24 de marzo cuando un grupo de seis tripulantes de la lancha “Bom Jesus”, nombre que hace más significativo todo lo sucedido, partió desde Santarém (municipio brasileño de Pará) con destino al municipio de Chaves.
Sin embargo, en medio del viaje, las personas fueron sorprendidas por una tormenta y también por un incendio en la zona de la cocina de la embarcación. La situación se empezó a hacer más compleja y el bote se terminó hundiendo en Ilha das Flechas (PA), a unos 150 km de la capital Belém.
“Ayuda, ayuda”… la muerte en el horizonte
Según reportaron medios locales como Tribuna Ribeirao, los náufragos permanecieron 17 días en la isla, tiempo en el cual compartieron alimentos que estaban en el bote y hasta usaron agua de lluvia. No obstante, cuando todo parecía perdido y la muerte se hallaba en el horizonte, a dos náufragos se les ocurrió hacer un intento más y poner una nota dentro de una botella. Y la lanzaron al mar.
El mensaje decía lo siguiente, tal cual también se puede ver un tuit de la Armada de Brasil:
"¡Ayuda ayuda! Necesitamos ayuda, nuestro barco se incendió, llevamos 13 días en la isla Flexas (sic) sin comida. Notifiquen a nuestras familias”.
La nota, firmada el 9 de abril, tenía también el nombre de la embarcación “Bom Jesús”.
El rescate llegó… y el sabor es a resurrección
La idea (o inspiración) finalmente tuvo respuesta. Al poco tiempo unos pescadores encontraron el mensaje y pudieron alertar a las autoridades. Fue ahí donde también actuó la Armada, qué rápidamente montó el operativo de rescate.
Gracias a esto los náufragos pudieron ser encontrados y trasladados en helicóptero.
También se informó que se encontraban en “buen estado de salud general”, a pesar de lo cual fueron enviados a una unidad de emergencia para otros análisis.
El “buen Jesús” junto a ellos
Así pues, lo acontecido con estas personas tuvo final feliz y el rescate se dio en plena Semana Santa. Para muchos tal vez suerte, para otros, un rescate con sabor a resurrección y aquello de que la muerte no tiene la última palabra. Esos hombres no dieron todo por perdido, lanzaron su última esperanza al mar. Y fueron escuchados.
“Estoy desempleado. Salí de Santarém para hacer este viaje. Durante el viaje nos agarró una tormenta y el barco se incendió en la parte de la cocina. Empezamos a tirar el bote a ver si encontrábamos una playa cercana donde nos quedamos 17 días. Con la fuerza de Dios y de la Armada de Brasil logramos salir por cuenta de una botella, donde escribimos una nota y nos encontraron. Amén”, expresó uno de los tripulantes, reproducen medios como Semana.
Sin dudas un testimonio que lo único que hace también es confirmar que en medio de todo este tiempo nunca estuvieron solos, el “buen Jesús” estaba junto a ellos.
